Rolando Revagliatti lee poemas del libro Ofrenda de la luz (Editorial Dunken, 2019), de Carlos Penelas.
En enero la Biblioteca Virtual de Galicia Digital ha subido Poemas de Trieste (2013). La obra se suma a los libros ya seleccionados por la Biblioteca Virtual, la más representativa de Galicia.
Recordemos que integra su catálogo El mar en un espejo de otoño (2018), Ofrenda de la luz (2019) Diario de un poeta (2020) y Conversaciones con Carlos Penelas (2021) de Gustavo Merino.
La Biblioteca Virtual de Galicia Digital es un servicio de la plataforma http://www.galiciadigital.com para contribuir a la difusión de contenidos de interés general y galego con total gratuidad.
Poemas de Trieste puede leerse en este enlace.
lunes, enero 10, 2022
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En la mesa de poesía de la Librería Hernández (Av. Corrientes 1436) se exhibe Ofrenda de la luz, último poemario de Carlos Penelas, ilustrado por Eugenia Limeses.
El libro, y otros de Penelas, también puede adquirirse en la web de la tradicional librería porteña y en otras páginas y librerías.
miércoles, diciembre 15, 2021
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La Biblioteca Virtual de Galicia ha publicado Diario de un poeta, de Carlos Penelas. Lleva prólogo de Manuel Gayol Mecías y fotografías de Emiliano Penelas.
Recordemos que la Biblioteca editó anteriormente Ofrenda de la luz (2019) y El mar en un espejo de otoño (2018). El poemario está catalogado por obra, autor, categoría y año.
Se encuentran en la Biblioteca obras de Ricardo Carballo Calero, María Francisca Rodríguez Cabanas, Rosa Cal, Xulio Xiz, Xosé Lois Carballo Ferreiro, Manuel Regueiro Tenreiro , Xavier Alcalá, entre otros autores.
Puede accederse a Diario de un poeta a través de este enlace: http://bibliotecavirtual.galiciadigital.com/content/diario-de-un-poeta-carlos-penelas
miércoles, junio 17, 2020
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Tras casi dos meses de confinamiento, con horarios especiales y los controles del caso, reabrieron las librerías en la Ciudad de Buenos Aires, como es el caso de la de Editorial Dunken, Ayacucho 357, donde puede verse en vidriera el último poemario de Carlos Penelas, Ofrenda de la luz, con ilustraciones de Eugenia Limeses.
Los libros de Carlos Penelas pueden adquirirse en Librería Hernández (Corrientes 1436 y 1311), Antígona (Callao 737 y sucursales).
Además, de manera on line en las páginas de Editorial Dunken, Hernández, Cúspide Libros, Mercado Libre Argentina, Amazon Estados Unidos, Amazon España y Ebay.
Los libros de Carlos Penelas pueden adquirirse en Librería Hernández (Corrientes 1436 y 1311), Antígona (Callao 737 y sucursales).
jueves, mayo 14, 2020
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Ofrenda de la luz
Por Carlos Penelas
Dunken. 56 páginas
Las primorosas ilustraciones de Eugenia Limeses que exhiben la tapa y la contratapa de este libro pueden entenderse como introducción y epílogo líricos. Entre los temas que están presentes en el brillante poemario (dedicado a Héctor Ciocchini, in memoriam) figuran la nostalgia y la melancolía ("¿Cómo contestar esa pregunta ahora/ que tengo casi su edad y su sonrisa/cuando partió en ese batir de alas, en sombras?")
Ofrenda de la luz ofrece numerosas y hermosas imágenes, como "Y la mar embellecía arenas. /Infinita, silenciosa", y "¿De qué sirve esta imagen, esta muestra/ de un pasado que es olvido o melancolía?"
"La fotografía" puede considerarse como uno de los poemas más logrados de la colección por su profundidad y hermosura. Otro hallazgo dados su originalidad y su tácito humorismo es su homenaje al Club Independiente, que hubiera podido denominarse, por ejemplo, Club Victorioso o algo similar, pero Penelas prefirió titularlo "Epinicio a los diablos rojos", que incluye también una emotiva evocación de la infancia.
El poeta tiene una visión escéptica sobre los valores de nuestro mundo actual, como si añorara un pasado que fue pletórico en belleza: "Nadie habla del alma, del dolor, de la noche. / La soledad o el fuego son cosas del pasado. /La barbarie, entiendo, cumple su lento cometido."
Los cantos al amor no podían estar ausentes y así el lector puede disfrutar la emotiva sensibilidad de versos como: "En mi lengua el jubiloso olor de tus cabellos, / la entrecortada espuma desvelando los labios", o "Es por eso que oculto/ mi silencio en tus senos, mi vientre en tu vientre, /mi pasión desprendida en la lluvia."
Un poema en prosa, "Pesadilla" -cuyo contenido refleja perfectamente su título-, por su estructura podría considerarse una refinada microficción.
Dubrovnik, Roma, las Islas griegas y Fabriano son algunos de los lugares que menciona el poeta rememorando sus viajes. Además, cita a poetas, intelectuales y artistas, demostrando una amplia cultura derivada de su profunda pasión por los libros. La obra evidencia que entre sus poetas preferidos figuran -por citar algunos- Eugenio Montale, Giuseppe Ungaretti, René Char, Ricardo Molinari, Luis Franco y la poesía clásica española del Siglo de Oro.
Germán Cáceres
Diario La Prensa, domingo 15 de diciembre de 2019
Por Carlos Penelas
Dunken. 56 páginas
Las primorosas ilustraciones de Eugenia Limeses que exhiben la tapa y la contratapa de este libro pueden entenderse como introducción y epílogo líricos. Entre los temas que están presentes en el brillante poemario (dedicado a Héctor Ciocchini, in memoriam) figuran la nostalgia y la melancolía ("¿Cómo contestar esa pregunta ahora/ que tengo casi su edad y su sonrisa/cuando partió en ese batir de alas, en sombras?")
Ofrenda de la luz ofrece numerosas y hermosas imágenes, como "Y la mar embellecía arenas. /Infinita, silenciosa", y "¿De qué sirve esta imagen, esta muestra/ de un pasado que es olvido o melancolía?"
"La fotografía" puede considerarse como uno de los poemas más logrados de la colección por su profundidad y hermosura. Otro hallazgo dados su originalidad y su tácito humorismo es su homenaje al Club Independiente, que hubiera podido denominarse, por ejemplo, Club Victorioso o algo similar, pero Penelas prefirió titularlo "Epinicio a los diablos rojos", que incluye también una emotiva evocación de la infancia.
El poeta tiene una visión escéptica sobre los valores de nuestro mundo actual, como si añorara un pasado que fue pletórico en belleza: "Nadie habla del alma, del dolor, de la noche. / La soledad o el fuego son cosas del pasado. /La barbarie, entiendo, cumple su lento cometido."
Los cantos al amor no podían estar ausentes y así el lector puede disfrutar la emotiva sensibilidad de versos como: "En mi lengua el jubiloso olor de tus cabellos, / la entrecortada espuma desvelando los labios", o "Es por eso que oculto/ mi silencio en tus senos, mi vientre en tu vientre, /mi pasión desprendida en la lluvia."
Un poema en prosa, "Pesadilla" -cuyo contenido refleja perfectamente su título-, por su estructura podría considerarse una refinada microficción.
Dubrovnik, Roma, las Islas griegas y Fabriano son algunos de los lugares que menciona el poeta rememorando sus viajes. Además, cita a poetas, intelectuales y artistas, demostrando una amplia cultura derivada de su profunda pasión por los libros. La obra evidencia que entre sus poetas preferidos figuran -por citar algunos- Eugenio Montale, Giuseppe Ungaretti, René Char, Ricardo Molinari, Luis Franco y la poesía clásica española del Siglo de Oro.
Germán Cáceres
Diario La Prensa, domingo 15 de diciembre de 2019
domingo, diciembre 15, 2019
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Ofrenda de la luz, de Carlos Penelas
(Editorial Dunken, Buenos Aires, 2019, 56 páginas)
Las primorosas ilustraciones de Eugenia Limeses que exhiben la tapa y la contratapa pueden entenderse como introducción y epílogo líricos.
Entre los temas que están presentes en el brillante poemario (dedicado a Héctor Ciocchini, in memoriam) figuran la nostalgia y la melancolía (“¿Cómo contestar esa pregunta ahora/ que tengo casi su edad y su sonrisa/cuando partió en ese batir de alas, en sombras?”)
Ofrenda de la luz ofrece numerosas y hermosas imágenes, como “Y la mar embellecía arenas. /Infinita, silenciosa.”, y “¿De qué sirve esta imagen, esta muestra/ de un pasado que es olvido o melancolía?”
«La fotografía» puede considerarse como uno de los poemas más logrados de la colección por su profundidad y hermosura. Otro hallazgo dados su originalidad y su tácito humorismo es su homenaje al Club Independiente, que hubiera podido denominarse, por ejemplo, Club Victorioso o algo similar, pero Penelas prefirió titularlo «Epinicio a los diablos rojos», que incluye también una emotiva evocación de la infancia.
El poeta tiene una visión escéptica sobre los valores de nuestro mundo actual, como si añorara un pasado que fue pletórico en belleza: “Nadie habla del alma, del dolor, de la noche. / La soledad o el fuego son cosas del pasado. /La barbarie, entiendo, cumple su lento cometido.”
Los cantos al amor no podían estar ausentes y así el lector puede disfrutar la emotiva sensibilidad de versos como: “En mi lengua el jubiloso olor de tus cabellos, / la entrecortada espuma desvelando los labios.”, o “…Es por eso que oculto/ mi silencio en tus senos, mi vientre en tu vientre, /mi pasión desprendida en la lluvia.”
Un poema en prosa, «Pesadilla» – cuyo contenido refleja perfectamente su título–, por su estructura podría considerarse una refinada microficción.
Dubrovnik, Roma, las Islas griegas y Fabriano son algunos de los lugares que menciona el poeta rememorando sus viajes. Además, cita a muchos poetas, intelectuales y artistas, demostrando una amplia cultura derivada de su profunda pasión por los libros. Su obra evidencia que entre sus poetas preferidos figuran –por citar algunos– Eugenio Montale, Giuseppe Ungaretti, René Char, Ricardo Molinari, Luis Franco y la poesía clásica española del Siglo de Oro.
Carlos Penelas (Avellaneda, Pcia. de Buenos Aires, 1946) es poeta y ensayista y obtuvo numerosos reconocimientos, entre otros el Primer Premio de Ensayo y Primer Premio de Poesía (Escuela Normal de Profesores), el Premio “Arturo Marasso” (Profesorado Mariano Acosta), la Faja de Honor en Poesía (S.A.D.E), Primer Premio de Poesía “Alfonsina Storni” (Gente de Letras), Mención Especial de Poesía (Concurso Latinoamericano “Carlos Sábat Ercasty”, Uruguay) y fue distinguido por su cobertura en radio de la XII y XIV Exposición Feria Internacional “El Libro”. Dio conferencias en el país y en el exterior. Es además director de talleres literarios y colaborador de varios medios locales y extranjeros. De su extensa obra poética se puede mencionar El mirador de Espenuca (1995), Guiomar/Cantiga (1996), Elogio a la rosa de Berceo (2002), Antología personal (2010), Poesía reunida (2012) y Poemas de Trieste (2013).
Germán Cáceres
Publicado en www.carlossviamonte.com.ar
(Editorial Dunken, Buenos Aires, 2019, 56 páginas)
Las primorosas ilustraciones de Eugenia Limeses que exhiben la tapa y la contratapa pueden entenderse como introducción y epílogo líricos.
Entre los temas que están presentes en el brillante poemario (dedicado a Héctor Ciocchini, in memoriam) figuran la nostalgia y la melancolía (“¿Cómo contestar esa pregunta ahora/ que tengo casi su edad y su sonrisa/cuando partió en ese batir de alas, en sombras?”)
Ofrenda de la luz ofrece numerosas y hermosas imágenes, como “Y la mar embellecía arenas. /Infinita, silenciosa.”, y “¿De qué sirve esta imagen, esta muestra/ de un pasado que es olvido o melancolía?”
«La fotografía» puede considerarse como uno de los poemas más logrados de la colección por su profundidad y hermosura. Otro hallazgo dados su originalidad y su tácito humorismo es su homenaje al Club Independiente, que hubiera podido denominarse, por ejemplo, Club Victorioso o algo similar, pero Penelas prefirió titularlo «Epinicio a los diablos rojos», que incluye también una emotiva evocación de la infancia.
El poeta tiene una visión escéptica sobre los valores de nuestro mundo actual, como si añorara un pasado que fue pletórico en belleza: “Nadie habla del alma, del dolor, de la noche. / La soledad o el fuego son cosas del pasado. /La barbarie, entiendo, cumple su lento cometido.”
Los cantos al amor no podían estar ausentes y así el lector puede disfrutar la emotiva sensibilidad de versos como: “En mi lengua el jubiloso olor de tus cabellos, / la entrecortada espuma desvelando los labios.”, o “…Es por eso que oculto/ mi silencio en tus senos, mi vientre en tu vientre, /mi pasión desprendida en la lluvia.”
Un poema en prosa, «Pesadilla» – cuyo contenido refleja perfectamente su título–, por su estructura podría considerarse una refinada microficción.
Dubrovnik, Roma, las Islas griegas y Fabriano son algunos de los lugares que menciona el poeta rememorando sus viajes. Además, cita a muchos poetas, intelectuales y artistas, demostrando una amplia cultura derivada de su profunda pasión por los libros. Su obra evidencia que entre sus poetas preferidos figuran –por citar algunos– Eugenio Montale, Giuseppe Ungaretti, René Char, Ricardo Molinari, Luis Franco y la poesía clásica española del Siglo de Oro.
Carlos Penelas (Avellaneda, Pcia. de Buenos Aires, 1946) es poeta y ensayista y obtuvo numerosos reconocimientos, entre otros el Primer Premio de Ensayo y Primer Premio de Poesía (Escuela Normal de Profesores), el Premio “Arturo Marasso” (Profesorado Mariano Acosta), la Faja de Honor en Poesía (S.A.D.E), Primer Premio de Poesía “Alfonsina Storni” (Gente de Letras), Mención Especial de Poesía (Concurso Latinoamericano “Carlos Sábat Ercasty”, Uruguay) y fue distinguido por su cobertura en radio de la XII y XIV Exposición Feria Internacional “El Libro”. Dio conferencias en el país y en el exterior. Es además director de talleres literarios y colaborador de varios medios locales y extranjeros. De su extensa obra poética se puede mencionar El mirador de Espenuca (1995), Guiomar/Cantiga (1996), Elogio a la rosa de Berceo (2002), Antología personal (2010), Poesía reunida (2012) y Poemas de Trieste (2013).
Germán Cáceres
Publicado en www.carlossviamonte.com.ar
sábado, noviembre 23, 2019
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Ofrenda de la luz, exhibido en la vidriera y una mesa de novedades de la tradicional Librería Hernández, en avenida Corrientes 1436.
Además, el poemario se encuentra en exhibición para la compra en el escaparate de la librería de Editorial Dunken.
Recordemos también que Ofrenda de la luz está disponible en Librería Antígona, Callao 737 y sucursales.
Además, el poemario se encuentra en exhibición para la compra en el escaparate de la librería de Editorial Dunken.
Recordemos también que Ofrenda de la luz está disponible en Librería Antígona, Callao 737 y sucursales.
martes, noviembre 19, 2019
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El sábado 2 de noviembre, en una nueva edición de La Noche de los Museos, y en la primera participación del Centro Galicia de Buenos Aires, Carlos Penelas brindó la conferencia "Literatura y silencio", seguido por el recital poético de Rocío Danussi.
Penelas donó para la Biblioteca del Centro Galicia un ejemplar de su último libro, Ofrenda de la luz.
Penelas donó para la Biblioteca del Centro Galicia un ejemplar de su último libro, Ofrenda de la luz.
lunes, noviembre 04, 2019
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La Biblioteca Virtual de Galicia ha publicado Ofrenda de la luz, de Carlos Penelas (Editorial Dunken, 2019).
El libro lleva dibujos originales de Eugenia Limeses y está dedicado a su admirado amigo y poeta
Héctor E. Ciocchini. Como se recordará Luis Franco, Ricardo E. Molinari y Héctor E. Ciocchini fueron los principales maestros de Penelas.
Ofrenda de la luz está disponible en este enlace: http://bibliotecavirtual.galiciadigital.com/content/ofrenda-de-la-luz-carlos-penelas
Recordemos que la Biblioteca Virtual publicó El mar en un espejo de otoño en 2018.
Héctor E. Ciocchini. Como se recordará Luis Franco, Ricardo E. Molinari y Héctor E. Ciocchini fueron los principales maestros de Penelas.
Ofrenda de la luz está disponible en este enlace: http://bibliotecavirtual.galiciadigital.com/content/ofrenda-de-la-luz-carlos-penelas
Recordemos que la Biblioteca Virtual publicó El mar en un espejo de otoño en 2018.
viernes, octubre 25, 2019
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Reseña para el libro Ofrenda de la luz, del escritor Carlos Penelas.
Escribe: Fernando Viano
"La poesía no se refiere a nada", advierte el citado Paul Valéry en el inicio mismo de Ofrenda de la luz, la más reciente publicación del escritor Carlos Penelas (Dunken, 2019). Es desde ese punto de partida, precisamente, que el autor nos pone a pensar, a reflexionar sobre todo lo que sobreviene después de aquella exhortación, cuando con plena determinación frente al abismo que supone un vacío posible, igual decidimos sumergirnos en la intensa profundidad de su escritura.
Hay en la poesía de Penelas un principio que, a la luz de los acontecimientos, puede resultar inapelable y definitivo. Una sutil invitación a naufragar en aguas de dudas constantes, interrogantes fundamentales a los que el poeta nos induce a brazadas, entre recuerdos y olvidos, a través del paso del tiempo, el suyo y el nuestro, casi en un mismo pulso y una misma búsqueda: saber, al fin, de qué va la vida, tal como solía preguntárselo su padre.
Es así como el escritor va desandando el camino de sus propias geografías ya tantas veces recorridas. Desde los jardines de la infancia hacia la plenitud del mar y de la muerte, anclando una experiencia vital en cada uno de los puntos cardinales intermedios en los que supo asumir como propias las herencias de frágiles memorias, del llanto esencial de lo que en verdad no se sabe (como la inexplicable pasión por los colores de un club de fútbol), de lo que no conocemos, de las nostalgias, de los precipicios que aguardan a que demos ese otro paso.
Todo transcurre en la escritura del nacido en Avellaneda como si se tratara de una fotografía en la que sostiene (y sostenemos) "una esperanza, un sueño, una realidad perezosa, miserable". Pero también un anclaje en lo cotidiano, en esa lucha sin tregua, a destajo, por "pensar que somos otros". Y que los otros, los retratados, también lo fueron en esa búsqueda "de la felicidad o de la desnudez" que "hace evocar nombres, miradas, espejismos".
Y paisajes. Infinidad de paisajes que el escritor pone con maestría sobre el papel en blanco, como si se tratara de un eximio pintor que, entre palabras ubicadas con precisión de cirujano, da cuenta de las crónicas de viajes surrealistas (a lo René Magritte) que lo llevaron por diferentes lugares de Europa o por el interior profundo de su Argentina, apegado siempre a esa nostalgiosa y excéntrica intimidad de álbum familiar, de bellas caligrafías, de cartas que aún aguarda con la secreta esperanza de que volvamos a pensar con las manos; así, con la misma cadencia con que los relojes mecen la tarde y "desemboca mi alma -taciturna, constelada- en el aliento del naufragio".
Después de todo, y tal como lo afirma el propio Penelas, "también el amor es fábula y ausencia" en esa inmersión en que "la soledad es inmensa" y los nombres propios llegan como un viento que lo despierta para dar con la certeza de que no se olvida el desvelo y que "estamos aquí, en la desolación, / pero también en la rosa y en los libros, / en un café de San Telmo o de Barracas, / recordando el óbolo a Belisario, / la dicha de los nietos, los muelles de madera, / la quietud y la aventura de los símbolos, / en esta libertad oculta, débiles, / más allá del compás, más allá de una gratitud / imaginando un viaje inefable".
Como se dijo en un principio, el citado Valéry solía afirmar que "la poesía no se refiere a nada". Pero también acostumbraba sostener el trascendental escritor francés que "todo poema que no tenga la precisión de la prosa no vale nada". La primera aseveración, bien podría -si quisiéramos- ser refutada después de zozobrar en "Ofrenda de la luz", donde la poesía hace referencia, desde la nada, al casi todo. La segunda, en cambio, alcanza categoría de máxima a partir de la pericia literaria de Penelas. Y aunque el escritor sabe y afirma que "todo es un mito que regresa", no cesará en su afán por doblegar desde la ofrenda de la luz todo lo difícil que puede resultar aquello que soñamos para atravesar, al fin, la oscuridad.
El autor
Carlos Penelas nació el 9 de julio de 1946 en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y reside en Buenos Aires, capital de la República Argentina. Es Profesor en Letras egresado de la Escuela Normal de Profesores "Mariano Acosta" y es en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires donde cursó Historia del Arte y Literatura.
Obtuvo primeros premios y menciones especiales en poesía y en ensayo, así como la Faja de Honor (1986) de la Sociedad Argentina de Escritores -de la que fue en 1984 director de los talleres literarios- y otras distinciones. Su quehacer ha sido difundido en innumerables medios gráficos periódicos nacionales y extranjeros, tanto en soporte papel como electrónico.
Dictó conferencias en un alto número de instituciones de su país y del exterior. Fue jurado nacional y provincial y panelista en mesas redondas. Fue incluido, por ejemplo, en las antologías Poesía política y combativa argentina (Madrid, España, 1978), Sangre española en las letras argentinas (1983), La cultura armenia y los escritores argentinos (1987), Voces do alén-mar (Galicia, España, 1995), A Roberto Santoro (1996), Literatura argentina. Identidad y globalización (2005). Publicó a partir de 1970, entre otros, los poemarios La noche inconclusa, Los dones furtivos, El jardín de Acracia, El mirador de Espenuca, Antología ácrata, Valses poéticos, Poemas de Trieste, Homenaje a Vermeer, Elogio a la rosa de Berceo, Calle de la flor alta y Poesía reunida.
A partir de 1977, en prosa, fueron apareciendo los volúmenes Conversaciones con Luis Franco, Os galegos anarquistas na Argentina (Vigo, Galicia, España, 1996), Diario interior de René Favaloro, Ácratas y crotos, Emilio López Arango, identidad y fervor libertario, Crónicas del desorden y Retratos, entre otros.
Diario Nueva Rioja, La Rioja, Argentina
Escribe: Fernando Viano
"La poesía no se refiere a nada", advierte el citado Paul Valéry en el inicio mismo de Ofrenda de la luz, la más reciente publicación del escritor Carlos Penelas (Dunken, 2019). Es desde ese punto de partida, precisamente, que el autor nos pone a pensar, a reflexionar sobre todo lo que sobreviene después de aquella exhortación, cuando con plena determinación frente al abismo que supone un vacío posible, igual decidimos sumergirnos en la intensa profundidad de su escritura.
Hay en la poesía de Penelas un principio que, a la luz de los acontecimientos, puede resultar inapelable y definitivo. Una sutil invitación a naufragar en aguas de dudas constantes, interrogantes fundamentales a los que el poeta nos induce a brazadas, entre recuerdos y olvidos, a través del paso del tiempo, el suyo y el nuestro, casi en un mismo pulso y una misma búsqueda: saber, al fin, de qué va la vida, tal como solía preguntárselo su padre.
Es así como el escritor va desandando el camino de sus propias geografías ya tantas veces recorridas. Desde los jardines de la infancia hacia la plenitud del mar y de la muerte, anclando una experiencia vital en cada uno de los puntos cardinales intermedios en los que supo asumir como propias las herencias de frágiles memorias, del llanto esencial de lo que en verdad no se sabe (como la inexplicable pasión por los colores de un club de fútbol), de lo que no conocemos, de las nostalgias, de los precipicios que aguardan a que demos ese otro paso.
Todo transcurre en la escritura del nacido en Avellaneda como si se tratara de una fotografía en la que sostiene (y sostenemos) "una esperanza, un sueño, una realidad perezosa, miserable". Pero también un anclaje en lo cotidiano, en esa lucha sin tregua, a destajo, por "pensar que somos otros". Y que los otros, los retratados, también lo fueron en esa búsqueda "de la felicidad o de la desnudez" que "hace evocar nombres, miradas, espejismos".
Y paisajes. Infinidad de paisajes que el escritor pone con maestría sobre el papel en blanco, como si se tratara de un eximio pintor que, entre palabras ubicadas con precisión de cirujano, da cuenta de las crónicas de viajes surrealistas (a lo René Magritte) que lo llevaron por diferentes lugares de Europa o por el interior profundo de su Argentina, apegado siempre a esa nostalgiosa y excéntrica intimidad de álbum familiar, de bellas caligrafías, de cartas que aún aguarda con la secreta esperanza de que volvamos a pensar con las manos; así, con la misma cadencia con que los relojes mecen la tarde y "desemboca mi alma -taciturna, constelada- en el aliento del naufragio".
Después de todo, y tal como lo afirma el propio Penelas, "también el amor es fábula y ausencia" en esa inmersión en que "la soledad es inmensa" y los nombres propios llegan como un viento que lo despierta para dar con la certeza de que no se olvida el desvelo y que "estamos aquí, en la desolación, / pero también en la rosa y en los libros, / en un café de San Telmo o de Barracas, / recordando el óbolo a Belisario, / la dicha de los nietos, los muelles de madera, / la quietud y la aventura de los símbolos, / en esta libertad oculta, débiles, / más allá del compás, más allá de una gratitud / imaginando un viaje inefable".
Como se dijo en un principio, el citado Valéry solía afirmar que "la poesía no se refiere a nada". Pero también acostumbraba sostener el trascendental escritor francés que "todo poema que no tenga la precisión de la prosa no vale nada". La primera aseveración, bien podría -si quisiéramos- ser refutada después de zozobrar en "Ofrenda de la luz", donde la poesía hace referencia, desde la nada, al casi todo. La segunda, en cambio, alcanza categoría de máxima a partir de la pericia literaria de Penelas. Y aunque el escritor sabe y afirma que "todo es un mito que regresa", no cesará en su afán por doblegar desde la ofrenda de la luz todo lo difícil que puede resultar aquello que soñamos para atravesar, al fin, la oscuridad.
El autor
Carlos Penelas nació el 9 de julio de 1946 en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y reside en Buenos Aires, capital de la República Argentina. Es Profesor en Letras egresado de la Escuela Normal de Profesores "Mariano Acosta" y es en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires donde cursó Historia del Arte y Literatura.
Obtuvo primeros premios y menciones especiales en poesía y en ensayo, así como la Faja de Honor (1986) de la Sociedad Argentina de Escritores -de la que fue en 1984 director de los talleres literarios- y otras distinciones. Su quehacer ha sido difundido en innumerables medios gráficos periódicos nacionales y extranjeros, tanto en soporte papel como electrónico.
Dictó conferencias en un alto número de instituciones de su país y del exterior. Fue jurado nacional y provincial y panelista en mesas redondas. Fue incluido, por ejemplo, en las antologías Poesía política y combativa argentina (Madrid, España, 1978), Sangre española en las letras argentinas (1983), La cultura armenia y los escritores argentinos (1987), Voces do alén-mar (Galicia, España, 1995), A Roberto Santoro (1996), Literatura argentina. Identidad y globalización (2005). Publicó a partir de 1970, entre otros, los poemarios La noche inconclusa, Los dones furtivos, El jardín de Acracia, El mirador de Espenuca, Antología ácrata, Valses poéticos, Poemas de Trieste, Homenaje a Vermeer, Elogio a la rosa de Berceo, Calle de la flor alta y Poesía reunida.
A partir de 1977, en prosa, fueron apareciendo los volúmenes Conversaciones con Luis Franco, Os galegos anarquistas na Argentina (Vigo, Galicia, España, 1996), Diario interior de René Favaloro, Ácratas y crotos, Emilio López Arango, identidad y fervor libertario, Crónicas del desorden y Retratos, entre otros.
Diario Nueva Rioja, La Rioja, Argentina
domingo, octubre 20, 2019
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Buenos Aires, 2019.
Editorial Dunken.
Viñetas de Eugenia Limeses.
Poesía.
LA PREGUNTA
¿Tú sabes de qué va la vida? me preguntó mi padre
cuando aún soñaba en el jardín de la infancia.
Ya no recuerdo su voz ni su mirada.
No recuerdo mi aliento, mi mano tomada de la suya.
Sé que más tarde me habló de su aldea, del sur,
de una beatitud atea, de mi madre.
(Un día me reveló las nubes y un reloj de sol.
Lo recuerdo, por lo visto todavía es posible).
También en mi juventud me supo hablar
de abominaciones, de campanas, de codicias.
Luego descubrí vestigios, arenas, el fulgor
en la confusa plenitud del mar y de la muerte.
Y el silencio, el amor, el aire libre.
¿Cómo contestar esa pregunta ahora
que tengo casi su edad y su sonrisa
cuando partió en ese batir de alas, en sombras?
***
MAR DE CRETA
Intentaré soñarte una vez más.
Inmóvil, con los ojos cerrados, distante.
Te soñaré con alegría.
Un día abriré los ojos sobre el mar.
Amiga, estarás en una playa
donde la fertilidad y tu boca
descansarán en el crepúsculo
junto a la arena y las barcazas.
Ahora, tu sexo matinal dilata las tinieblas
del mundo, el cauce de la vigilia lejana
en apretada soledad, sin máscara.
Así reposaré sobre tu aroma, sin buscarte.
(Estás dentro de mí como un temblor secreto
socavando la ausencia, venerada).
En mi lengua el jubiloso olor de tus cabellos,
la entrecortada espuma desvelando los labios.
En las inmediaciones de tus senos
buscándote sin hallarte, sin saber…
Desemboca mi alma –taciturna, constelada–
en el aliento del naufragio. Junto a un piano,
en el diluvio de esta cosa doliente y transitiva.
***
ROMA
a Raffaele Romano
Camino sobre los sueños y los mitos.
Veo la presencia de Adriano,
la voz de Caravaggio,
el latido de Fellini.
Camino desde el ensueño,
desde el otoño que murmura
las palabras de Ovidio,
el nombre de los dioses paganos.
La soledad es inmensa.
Infinita la sombra que protege
la dicha de una princesa oculta.
Carlos Penelas
Roma, 28 de octubre de 2018
viernes, octubre 18, 2019
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Editorial Dunken acaba de publicar el nuevo libro de Carlos Penelas, Ofrenda de la luz.
El trabajo, dedicado a la memoria de Héctor E. Ciocchini, lleva dibujos originales de Eugenia Limeses.
Ofrenda de la luz se puede adquirir en Editorial Dunken, en Librería Hernández y en Librería Antígona.
El trabajo, dedicado a la memoria de Héctor E. Ciocchini, lleva dibujos originales de Eugenia Limeses.
Ofrenda de la luz se puede adquirir en Editorial Dunken, en Librería Hernández y en Librería Antígona.
viernes, octubre 11, 2019
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En unos días saldrá a la venta el nuevo poemario de Carlos Penelas, Ofrenda de la luz. Lleva dibujos originales de Eugenia Limeses y está dedicado a la memoria de su admirado y querido amigo Héctor E. Ciocchini.
Como se recordará el profesor Ciocchini fue un finísimo poeta y uno de los contados eruditos de nuestro país. Luis Franco, Héctor E. Ciocchini y Ricardo E. Molinari fueron los principales maestros de Penelas.
Ciocchini fue el primer warburgista argentino, poeta, crítico y docente más notable que tuvo Argentina. Le apasionaron, entre otros, las poéticas de Char, Góngora, Keats, Mallarmé y Valéry. Fue, además, un medievalista de trascendencia universal.
ELEGÍA DEL MAR Y DE LA ROSA
1.
He desandado el camino de leyendas,
descifrado relatos celtas.
Lloré de rodillas en el bosque de pinos,
desde un álbum familiar navegué
una barca de piedra en la tempestad.
Debo contarles, amigos, que mis mayores
escribieron sobre la tierra de lluvias
leyes de la piedad y de la muerte.
Descubrieron un hechizo, un unicornio,
la lumbre de la alcoba, caballeros medievales,
losas anónimas por el agua acariciadora.
Y la mar embellecía arenas.
Infinita, silenciosa.
2.
Los espectros santifican aquellas ausencias;
velan por mí imperceptibles nubes.
Veo vientos y olas y abandono.
Siento que el mundo ofrenda una fábula.
Antes creyeron en el trueno,
en la cosmogonía del mar o de la rosa,
la conciencia del vivir y del ayer.
Los observo en el destino del amor.
Ahora, es delicada y bella esta llovizna.
Abro los ojos al azar ante una luz tan alta.
Carlos Penelas
(Ofrenda de la luz, 2019)
Como se recordará el profesor Ciocchini fue un finísimo poeta y uno de los contados eruditos de nuestro país. Luis Franco, Héctor E. Ciocchini y Ricardo E. Molinari fueron los principales maestros de Penelas.
Ciocchini fue el primer warburgista argentino, poeta, crítico y docente más notable que tuvo Argentina. Le apasionaron, entre otros, las poéticas de Char, Góngora, Keats, Mallarmé y Valéry. Fue, además, un medievalista de trascendencia universal.
ELEGÍA DEL MAR Y DE LA ROSA
1.
He desandado el camino de leyendas,
descifrado relatos celtas.
Lloré de rodillas en el bosque de pinos,
desde un álbum familiar navegué
una barca de piedra en la tempestad.
Debo contarles, amigos, que mis mayores
escribieron sobre la tierra de lluvias
leyes de la piedad y de la muerte.
Descubrieron un hechizo, un unicornio,
la lumbre de la alcoba, caballeros medievales,
losas anónimas por el agua acariciadora.
Y la mar embellecía arenas.
Infinita, silenciosa.
2.
Los espectros santifican aquellas ausencias;
velan por mí imperceptibles nubes.
Veo vientos y olas y abandono.
Siento que el mundo ofrenda una fábula.
Antes creyeron en el trueno,
en la cosmogonía del mar o de la rosa,
la conciencia del vivir y del ayer.
Los observo en el destino del amor.
Ahora, es delicada y bella esta llovizna.
Abro los ojos al azar ante una luz tan alta.
Carlos Penelas
(Ofrenda de la luz, 2019)
martes, septiembre 17, 2019
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Ofrenda de la luz será editado por Editorial Dunken en agosto del corriente año. El poeta agradece a la editorial -y muy especialmente a su gerente Guillermo de Urquiza- el denuedo, la confianza y el patrocinio que le viene otorgando.
El poemario llevará ilustraciones originales de la artista plástica Eugenia Limeses quien aportó su talento y sensibilidad a otras obras de Penelas.
Libros publicados del autor por Editorial Dunken:
Fotomontajes, 2009.
Antología personal, 2010.
El poemario llevará ilustraciones originales de la artista plástica Eugenia Limeses quien aportó su talento y sensibilidad a otras obras de Penelas.
Libros publicados del autor por Editorial Dunken:
Fotomontajes, 2009.
Antología personal, 2010.
El trasno de Espenuca, 2014.
Cánticos paternales, 2015 (plaquette).
Homenaje a Vermeer, 2015.
El huésped y el olvido, 2017.
El mar en un espejo de otoño, 2018.
Homenaje a Vermeer, 2015.
El huésped y el olvido, 2017.
El mar en un espejo de otoño, 2018.
Estos libros fueron ilustrados por Juan Manuel Sánchez, Alfredo Plank, Carlos Scannapieco y Eugenia Limeses. Calle de la flor alta lleva dibujos del poeta. Poesía reunida, en tapa, fotografía del autor de Emiliano Penelas.
viernes, mayo 24, 2019
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Carlos Penelas
O poemario levará ilustracións orixinais da artista plástica Eugenia Limeses quen achegou o seu talento e sensibilidade a outras obras de Penelas.
Fuente: Xornal de Betanzos
jueves, mayo 23, 2019
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¿Por qué motivo tendría que ocuparme en buscar los secretos de las estrellas si tengo continuamente ante mis ojos a la muerte y a la esclavitud?
Pregunta planteada a Pitágoras por Anaxímenes (hacia 600 a. N.E.)
Creo que en nuestros días debemos releer a Simone Weil. También a Albert Camus y a Émile Cioran. Su vida es un ejemplo de lucidez, ética, esfuerzo, compromiso, integridad. En su pensamiento hay reflexiones sobre filósofos clásicos, modernos, contemporáneos, comentarios de obras literarias, investigaciones sobre la ciencia griega, estudios orientales. Durante la Guerra Civil Española formó parte de la Columna Durruti. Camus, en 1951, dijo que Weil era “el único gran espíritu de nuestro tiempo”. Su nombre estará siempre vinculado al de María Zambrano y Hannah Arendt. Escribió: El mal es ilimitado, pero no infinito. Sólo lo infinito limita lo ilimitado.
Vivo en un país tóxico; enfermo de irracionalidad, clientelismo, miseria, agresividad, corrupción. Reitero, un país tóxico por los cuatros costados. Tiene todos los matices y de manera simultánea. Somos democráticos, autoritarios, sensibles, patoteros, generosos, brillantes, liberales, colonialistas, guevaristas, montoneros, utópicos, murgueros, campeones, barras bravas, místicos, drogadictos, pícaros, piqueteros. Insuperables. Todo junto, sin respirar. Se saquea al Estado, el Estado nos saquea. Empleados inútiles, falta de idoneidad en empresarios, políticos, jueces, curas, profesionales o sindicalistas, un déficit estructural inmanejable, una inflación que comenzó hace setenta años – setenta años, compañero – donde el Estado colonizado representa una combinación de corrupción y pobreza, pobreza estructural. Somos ciegos al futuro. Un ejemplo: una intelectualidad progresista ve en Venezuela una lucha por la liberación. Borracheras ideológicas, chatarra intelectual, falta de criterio, visiones religiosas, luces mágicas. De paso, es el momento de decirlo, no se entiende Venezuela sin Cuba. No se la entiende sin militares y paramilitares, no se entiende sin sátrapas y narcos, sin cárceles y muerte. La realidad es tóxica, amigo lector. Y es cotidiana.
La creencia es ciega, la fe niega lo evidente. Se lo explico fácil: se enmaraña la historia, se generan leyendas engañosas, mentiras sin pudor, creencias trasnochadas. Luego otros farsantes crean una murga mayor: homenajes, celebraciones, revisionismos, componendas. ¿Lo ve? La evidencia es absurda ante el dogma, la interpretación ideológica, la imbecilidad intelectual, la decadencia. (¿Qué sabe de Hadewijch de Amberes?) Por supuesto, siempre con represión, muerte, exilio. ¿Entiende por qué le digo que necesitamos releer a Simone Weil o a Hannah Arendt? ¿Entiende que la toxicidad es parte del soberano de la Ciudad del Vaticano. Estado, por otro lado, que representa una monarquía absoluta y electiva, más allá del dinero sacro, las hostias benditas y la comunión pedófila? (¿Recuerda a Pío XII, a Celestino II, a Félix V, a Benedicto XIV, a Clemente VII…?) Sí, ya sé, hay seres nobles. Por supuesto que los hay, usted entre ellos. El tercer mundo no es una realidad sino una ideología. Lo escribió Hannah Arendt.
No me venga con zonceras. Todo se lo digo en román paladino. Conocemos de sobra la Doctrina Monroe y el contexto histórico en la cual se formuló. Luego vinieron interpretaciones y lecturas tendenciosas. Conocemos de sobra la historia del Mar Caribe, del Atlántico, Samoa, Corea, el atolón Bikini, Panamá, Nueva Granada, Texas, Nevada, Vietnam, Irak… Pero ahora nos estamos preguntando otra cosa y alguno de ustedes se hace el distraído. ¿Por qué intelectuales y no intelectuales colaboraron en los gulag? ¿Por qué razón un individuo niega las atrocidades del comunismo en todo el mundo? ¿Por qué un hombre se enorgulleció de ser fascista, franquista, chavista o peronista? ¿Hasta dónde la propaganda del odio y el resentimiento agita banderas? ¿Qué me dice de Josef Mengele? Doctorado en Medicina y Antropología, amante de la ópera, de la música clásica, de la literatura, proveniente de una familia adinerada. En India, los nacionalistas hindúes han erigido estatuas de Nathuran Godse, el asesino de Gandhi. ¿Qué me cuenta? ¿Se enteró como China se convirtió en modelo de Gran Hermano con 180 millones de cámaras que vigilan a sus pobladores, que hay un carnet con puntos para el buen ciudadano? ¿Le produce escozor el Libro Rojo de Mao? Se sigue editando, iluso lector; los turistas son compradores sin escrúpulos. Otra vez lo burdo, el cerebro de un orangután: ¿Trump o Podemos? Dicho sea de paso ¿qué me cuenta de mi admirado Roger Waters? De no creer. Another brick in the wall.
Después de la industria armamentista viene la industria farmacéutica. Entre los argentinos debemos agregar las islas Turk and Caicos. ¿Toma nota? Tailandia es el primer país de turismo sexual. El segundo, Cuba. En la República Dominicana la prostitución es legal, hay entre sesenta mil y cien mil dominicanas que trabajan en el comercio sexual. En los últimos años se agrega la participación masculina. En Tailandia hay más de tres millones de sexoservidores. La mayoría menores de edad.
Entre 1932 y 1933 se calcula que murieron en la URSS unas cinco millones de personas. Por hambre. ¿Por qué razón, insisto, un 38% de la población sigue admirando a Stalin? ¿Cuál es el porcentaje de admiradores de Castro, de Kirchner, de Maduro, de Perón, de Pinochet, de Hitler o de Velasco Alvarado? Vivimos con un espejo retrovisor que nos atrapa. Vivimos una fiesta ansiosa de lo efímero. No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero. Lo escribió María Zambrano.
Carlos Penelas
Buenos Aires, febrero de 2019
jueves, febrero 21, 2019
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Carlos Penelas publicará en 2019 Ofrenda de la luz. El libro esta dedicado a su gran maestro y amigo: Héctor Ciocchini (1922-2005). Humanista, refinado poeta, estudioso de los clásicos, docente de prestigio, profesor de Estilistica.
Ciocchini analizó a poetas y escritores contemporáneos con la misma intensidad que estudió la poesía grecolatina, el Siglo de Oro y el barroco español. Fue, además, un notable traductor de la poética de Paul Valery. Un investigador de larga y reconocida trayectoria sobre todo en emblemática medieval. La pintura, el cine, la música clásica y el jazz lo acompañaron siempre.
Un poema inédito de Ofrenda de la luz:
La noche
En una infancia de luz y beatitud
una dicha brota de otro sueño.
Es errátil el destello de la luna,
voz tenue en el desvelo,
secreto, sutil. ¿Hasta cuándo, uno dice,
vive este vapor de dicha y de silencio?
¿Hasta cuándo?
Ahora, con los años, todo está suspendido
en la nostalgia. Y el alma es un susurro
de una estrella con mi nombre, apenas
el recuerdo de una ventana al patio.
Ustedes ¿escuchan, de súbito, este abismo?
Carlos Penelas
Ciocchini analizó a poetas y escritores contemporáneos con la misma intensidad que estudió la poesía grecolatina, el Siglo de Oro y el barroco español. Fue, además, un notable traductor de la poética de Paul Valery. Un investigador de larga y reconocida trayectoria sobre todo en emblemática medieval. La pintura, el cine, la música clásica y el jazz lo acompañaron siempre.
Un poema inédito de Ofrenda de la luz:
La noche
En una infancia de luz y beatitud
una dicha brota de otro sueño.
Es errátil el destello de la luna,
voz tenue en el desvelo,
secreto, sutil. ¿Hasta cuándo, uno dice,
vive este vapor de dicha y de silencio?
¿Hasta cuándo?
Ahora, con los años, todo está suspendido
en la nostalgia. Y el alma es un susurro
de una estrella con mi nombre, apenas
el recuerdo de una ventana al patio.
Ustedes ¿escuchan, de súbito, este abismo?
Carlos Penelas
viernes, diciembre 28, 2018
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