En breve espero recibir una postal de Atenas.
La habré enviado mirando el Egeo.
Hace años que no recibo cartas,
años que nadie escribe cartas.
Nadie habla del alma, del dolor, de la noche.
La soledad o el fuego son cosas del pasado.
La barbarie, entiendo, cumple su lento cometido.
Llevo la nostalgia de Fabriano, de Zenón,
de Claudio Terenciano, la letra de albalaes.
Miro un álbum familiar, daguerrotipos silenciosos.
Me confiesan deseos, leyendas,
bellas caligrafías, bellas miradas que esperan.
Leo una biografía de San Isidoro de Sevilla,
recuerdo etimologías, un dibujo del cálamo egipcio,
las cartas de Abelardo y Eloísa, una cita de Juan de Valdés.
Sobre mi escritorio la vieja Lettera 44.
Hemos dejado de pensar con la mano.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 21 de septiembre de 2018