Editorial Dunken y la Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte acaban de publicar un nuevo señalador de Carlos Penelas con el poema "Retrato".
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno cuenta en su catálogo con 50 títulos de Carlos Penelas.
Puede acceder al catálogo on line del autor en este enlace, y consultarse en sala en Agüero 2502.
jueves, septiembre 26, 2024
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El viernes 13 de septiembre a las 18:30 horas Carlos Penelas brindará la conferencia "La creación artística" en la sede del COPIME, Pasaje Del Carmen 776, CABA.
La obra artística es un simbolismo, un fuego sustancial y mágico. Un peregrinaje que nos devela el misterio y lo traslúcido del hombre. Hay un sentido estético y ético que nos lleva al placer de admirar, de evocar.
Será coordinador el Electrotéc. Eduardo Héctor Del Giudice, presidente de la Comisión de Cultura de COPIME (Consejo Profesional de Ingeniería Mecánica y Electricista). Más información en https://www.copime.org.ar/activities/detail/1017
Carlos Penelas nació en Buenos Aires en 1946. Es poeta, escritor, conferencista. Estudió en el Profesorado en Letras Mariano Acosta y en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA).
Dictó conferencias en Europa y Latinoamérica. Colaboró con diarios y revistas de la Argentina y del extranjero.
Dictó conferencias en Europa y Latinoamérica. Colaboró con diarios y revistas de la Argentina y del extranjero.
Publicó más de treinta libros de poesía y prosa. Algunos de sus títulos en poesía son: La gaviota blindada y otros poemas (1975), Finisterre (1985), El mirador de Espenuca (1995), Posada del río (2005) y Poesía esencial (2023).
Ha publicado numerosas plaquetas con ilustraciones de Demetrio Urruchúa, Ponciano Cárdenas, Ricardo Carpani, Pérez Célis, Juan Manuel Sánchez, entre otros.
En prosa, Conversaciones con Luis Franco (1978 y segunda edición ampliada, 1991), Los gallegos anarquistas en la Argentina (1996 y 1999), Diario interior de René Favaloro (2003) y Cuaderno del Príncipe de Espenuca (2004).
Figura en antologías de la Argentina , España, Italia, China y Estados Unidos.
Opinaron elogiosamente de su obra, entre otros, Luis Franco, Raúl González Tuñón, David Viñas, Ernesto Sábato, Juan L. Ortiz, Osvaldo Bayer, María Elena Walsh, Giuseppe Bellini, Thorpe Running, Eduardo Blanco Amor, Lily Litvak, Frank Dauster, Ricardo E. Molinari, Héctor Ciocchini, Hugo Cowes y Xesús Alonso Montero, entre otros.
domingo, septiembre 08, 2024
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el mundo no es nada más que viento y fábula
Rudaki
Foto: Emiliano Penelas |
Me llamaste Will Kane. Y acaricié tu frente.
Pero no supe qué decir y callé. Más tarde,
con el destello del silencio fui palabra.
Comprendí que mi destino era evocar
aquellos ojos venturosos, intemporales.
Cualquier sueño daría por esa noche
sin casa, en ese viento del mundo
que llega hoy en brisa, invisible.
Acariciando tu pubis en el insomnio,
-recordándote medio desnuda en el balcón-
condenado a regresar donde no hay nada.
.
Luego, dos preguntas del desasosiego.
¿Hasta dónde llegarás sin mí?
¿Quién podrá decir lo retenido?
Carlos Penelas
Buenos Aires, septiembre de 2024
Pero no supe qué decir y callé. Más tarde,
con el destello del silencio fui palabra.
Comprendí que mi destino era evocar
aquellos ojos venturosos, intemporales.
Cualquier sueño daría por esa noche
sin casa, en ese viento del mundo
que llega hoy en brisa, invisible.
Acariciando tu pubis en el insomnio,
-recordándote medio desnuda en el balcón-
condenado a regresar donde no hay nada.
.
Luego, dos preguntas del desasosiego.
¿Hasta dónde llegarás sin mí?
¿Quién podrá decir lo retenido?
Carlos Penelas
Buenos Aires, septiembre de 2024
domingo, septiembre 01, 2024
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La mirada
De tus ojos, sólo de ellos…
Pedro Salinas
Ayer me ha mirado
y la ansiedad es ahora
la medida de mis años.
En el alma, en el mutismo.
Vida y ternura en ella.
Transparente, apacible, sostenida.
A trasluz, sólo tus ojos para siempre.
Carlos Penelas
Buenos Aires, agosto de 2024
Soliloquio del desvelo
Allí, donde se abisma el mar, te sueño.
Dejo la pipa sobre el escritorio y miro.
Se azula el alma, atesora la imagen de la noche.
La desnudez oculta el reclinado silencio,
la mirada perdida, la eternidad sin nombre.
Luego vinieron los océanos, el lenguaje
que cubre las ventanas y los muebles,
la posesión de los ojos sobre el lecho.
El deseo es un sabor hallado
que ilumina tu cabellera perfumando el alba.
Es cuando la intimidad y el aire
engarzan memoria en la ternura.
Sin saberlo, las manos han tocado el infinito.
Carlos Penelas
Buenos Aires, agosto de 2024
Quien realmente aprende a ver se acerca a lo invisible.
Paul Celan
Dejo la pipa sobre el escritorio y miro.
Se azula el alma, atesora la imagen de la noche.
La desnudez oculta el reclinado silencio,
la mirada perdida, la eternidad sin nombre.
Luego vinieron los océanos, el lenguaje
que cubre las ventanas y los muebles,
la posesión de los ojos sobre el lecho.
El deseo es un sabor hallado
que ilumina tu cabellera perfumando el alba.
Es cuando la intimidad y el aire
engarzan memoria en la ternura.
Sin saberlo, las manos han tocado el infinito.
Carlos Penelas
Buenos Aires, agosto de 2024
domingo, agosto 18, 2024
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Me azora la lejanía; la voz velera,
ese hollado pulso de la sombra.
Es cuando el poema sube su silencio.
Entonces, la soledad revela otra mirada.
La mitología, por último,
acosa al mar errante que nos sueña.
Carlos Penelas
Buenos Aires, agosto de 2024
jueves, agosto 01, 2024
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Amigos, a estas tierras se llega
desde el ensueño. Algo que la vida ha cifrado;
una suerte de hidalguía,
de gentilhombre en el exilio con la misiva
de una mujer desventurada.
Lleva su tiempo, amigos, revelar el Mandeo,
las guerras irmandiñas, las cábalas del bosque,
el castro de Untía, las callejuelas,
la farmacia Couceiro, el casco histórico,
escuchar al cronista de la Cidade dos Cabaleiros
don José Raimundo Núñez-Varela y Lendoiro.
El sarcófago con el oso y el jabalí
de Pérez de Andrade o Boo,
el señorío en la torre de Alonso de Lanzós.
Y el Globo de papel más grande del mundo.
Los siete puentes de los siete ríos.
Las siete iglesias y los siete monasterios.
Miremos. Aquí un acuerdo imponderable
con la belleza y la llovizna. Un fulgor en el hechizo
de la noche. Es así, no enfatizo. El tiempo
y el destino abismaron litografías. Otro rito,
entonces, de lo inasible y la ternura.
(San Roque con bordón, sombrero y capa
acompañado de su perro Melampo).
Aquí el reino de mis antepasados,
una memoria que entreteje simetrías.
Esa extraña eternidad que aguardan
los náufragos o los poetas.
Carlos Penelas
Buenos Aires,18 de julio de 2024
jueves, julio 18, 2024
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En el aniversario del nacimiento del Dr. René Favaloro, Carlos Penelas, colaborador personal del prestigioso cirujano argentino por más de veinte años, dialogó con Susana Spano.
martes, julio 16, 2024
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“Pero floreced mientras, hasta que demos fruto”
F. Hölderlin
Foto: Emiliano Penelas |
Nuestra imaginación, nuestro sentir provienen del pensamiento y de la sensibilidad helénica. Homero, Heráclito, Platón, Aristóteles, Sócrates, Parménides, Esquilo… forman parte de nuestra visión, de nuestra búsqueda ética y estética. La mirada de estos dioses terrenales llevó el fuego de la humanidad. Los poetas, el mundo mágico, la representación y lo utópico, la palabra refinada son ejemplos de ese universo único que nos llega y nos ayuda a la formación moral e intelectual.
La experiencia de la vida siempre condiciona al poeta. Hay un mundo que se crea ante la decadencia de todo lo que existe. Y debemos observar que la dualidad de la poesía frente al existir es sólo aparente.
Vamos a evocar tres citas de Pablo Picasso para intentar comprender la creación. A) Todo niño es un artista, el problema es seguir siendo un artista cuando creces. B) Aprende las reglas como un profesional para que puedas romperlas como un artista. C) El principal enemigo de la creatividad es el buen gusto.
Haremos un viaje fundamental con algunas ideas de creadores brillantes. “El misterio es el elemento clave en toda obra de arte”. Luis Buñuel. “El tiempo no es lineal, es un círculo infinito que nos envuelve”. Andrei Tarkovsky. “La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”, Víctor Hugo. Frédéric Chopin dijo para siempre: “La simplicidad es el logro final después que uno ha tocado una gran cantidad de notas y más notas, es la simplicidad la que surge como recompensa suprema del arte.” Azorín, con otras palabras nos enseñará lo mismo.
Umberto Eco reflexiona: "Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración". “Cierra los ojos para ver”, dice Carlos Fuentes. “La Belleza es la representación simbólica del infinito”, Friedrich Schelling. Por último: “Para ver hay que saber”, nos enseñó Ingres. “Para ser hay que mirar y hay que saber”, perfeccionó Luis Rosales.
Algunas referencias casi olvidadas. El Diario de Amiel. Henri-Frédéric Amiel, anónimo filósofo y moralista suizo que, sin pretenderlo, se convirtió en el primer diarista íntimo más universal y ancestral de la historia de la literatura. Escribe sobre su obra:
13 de julio de 1860 – Este diario es un exutorio; mi virilidad se evapora en sudor de tinta. 21 de diciembre de 1860 – Es este diario lo que me permite resistir al mundo hostil, sólo a él puedo contarle lo que me aflige o me pesa. 17 de abril de 1861 – He observado en mi diario que dejo que todo se pierda, y no utilizo ni mis experiencias, ni mis lecturas. 21 de mayo de 1866 – No tengo otra compañía que mi diario, ni otra familia que las golondrinas. 26 de julio de 1876 – El diario es una almohada de pereza.
Algunos juicios sobre la obra de Amiel: “Terminé el Amiel. Mediocre (...)”, dirá Rosa Chacel.
“(...) con bastante frecuencia resulta un poco ridículo y a veces conmovedor a fuerza de sinceridad”, escribirá Julien Green.
“Me siento próxima a Amiel, cuya vida es conforme a los principios que él mismo se impone”, comentará en Diario de una recién casada Anaïs Nin.
Un dato para tener en cuenta. El pintor Amberger hizo un retrato de Carlos V vestido de negro. Con la llegada de Carlos V el negro se convertiría en el color preferido de la corte de España.
Algo más. La moral caballeresca exalta el heroísmo, vale decir la valentía, la lealtad. Debemos recordar que en el período de entreguerras se cultivaban las justas, simulacros de combates. Esos combates ritualizados se convirtieron en un entretenimiento mundano. Se mostraba la bravura y la temeridad ante las damas. Otra vez: Durero plasmó una imagen alegórica de los caballeros en su obra El Caballero y la Muerte. Grabado de 1513. Vale la pena recordar la obra de Leonardo Sciascia con el mismo nombre. En esta novela su protagonista, Vice -un fumador empedernido que tiene colgado en su despacho el grabado de Durero El caballero, la muerte y el diablo, es un vicecomisario de policía cansado y escéptico, carcomido por el cáncer, que investiga el laberíntico asesinato de un poderoso abogado y político. En esta ficción policíaca advertimos un cáustico sarcasmo, una amarga reflexión sobre la desconcertante verdad de los seres humanos en un mundo donde «el diablo estaba tan cansado que prefería dejarlo todo en manos de los hombres, más eficaces que él».
Debemos entender el arte como experiencia viva. El arte como compromiso vital. Debemos entender que el ser entero está comprometido, el ser se halla entroncado en la existencia. Y el arte como actividad. Si leemos a Herbert Read en Imagen e idea descubriremos estos aspectos. Como siempre recomendamos Educación por el arte. Al respecto Herbert Read manifiesta: “La educación debe buscar como fin último no la generación de conocimientos sino de sabiduría, no la producción de mayor cantidad de obras de arte sino mejores personas y mejores sociedades”. Estamos frente a un tema complejo pero claro: si el hombre carece de imagen no puede asumir lo visible del mundo. El mundo imaginante. De eso hablamos.
El hombre frente al enigma de la realidad. La experiencia en el arte, el mundo de las formas, símbolos significativos en el poema. Es la forma de acceder a la realidad. Una forma del ser en el mundo. Una forma vital y ontológica. Sintetizando: el arte devela realidad.
El lector de una obra debe decir no al sentimentalismo razonado. Debe vivir el estado de inocencia, que es siempre revelación. No confundir con ingenuidad. El creador no es ingenuo, es inocente.
El sentimiento es mental, lúcido, cargado de sentido. Es un ser vital y creativo. No busca estereotipos. Allí nos encontramos entre lo que pensamos y lo que deducimos. Es cuando descubrimos que el arte es contemplación. Esto es Libertad. No la admiración frívola, no lo sentimental.
En Poética del espacio Gastón Bachelard nos explica como el poeta comunica a través de la imagen, va hacia otra dimensión. Una vez más: lo ontológico. Sintetizando: el artista convive en las cosas, en el mundo significativo. La imagen es creación del ser, se pone en movimiento al mundo imaginante.
El poeta se manifiesta entre peregrinaciones y regresos, entre la realidad y el sueño. Asume su mirada para intentar saber; el júbilo de lo vital, de lo insurrecto. En Una historia de la lectura Alberto Manguel señala que los hombres son seres que leen, leer en el sentido básico: interpretar signos. Lo hace el pescador, el astrónomo, el niño. Leemos gestos, palabras. Se lee para poder ubicarnos en el mundo. Para protegernos, para ordenarnos, para sentirnos y sentir al otro. Y también nos dice que para vivir debemos leer la realidad, interpretarla.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 9 de julio de 2024
martes, julio 09, 2024
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Charla entre los columnistas Carlos Penelas y Andrés Bestard Maggio. Fragmento del programa "Hablando de Arte", con Nolo Correa, del 30/ de junio de 2024.
martes, julio 02, 2024
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Carlos Penelas se refirió a Julio Mafud en el programa "Hablemos de arte", con Nolo Correa, emitido el 16 de junio de 2024.
martes, junio 18, 2024
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El mito no oculta nada
Roland Barthes
Todo creador sabe que, como Orfeo, no puede volverse hacia lo que ve. Está condenado a la mediación. En cierto sentido, a la mentira. El creador descubre la sociedad desde su fe, su error, su alejamiento, su intuición.
Una de las pasiones en mi infancia fue el ajedrez. Nombres como los de Ruy López de Segura, Philidor o Anderssen brotaron por aquellos días de mis labios. Y el de Sissa Ben Dahir, un brahmán quien aparentemente lo inventó para distraer el aburrimiento de un monarca soberbio. Lo jugué cotidianamente desde los cinco hasta los veinte años. Hasta ahora sigo pendiente de partidas, de problemas, de lecturas. El Libro de los juegos, del rey Alfonso X es un tesoro de la humanidad. Representa una síntesis de dos mundos en guerra, un momento crucial para la historia de la civilización. Cristianos y moros, dejan centenarias disputas para sentarse frente a un tablero y bucear en el universo fascinante de treinta y dos trebejos y sesenta y cuatro escaques. Debemos recordar que en la Escuela de Traductores de Toledo – centro de irradiación de la cultura arábigo-helénica – las obras clásicas pasaban del árabe al latín y de este a las lenguas romances. La tarea del rey Sabio fue gigantesca. De todos los juegos por él estudiados el ajedrez era el más noble. Establece la diferencia en piezas mayores y menores, la ubicación en el tablero y la descripción de cada pieza en particular. Pone un modelo de sociedad. El rey señor de la hueste; el alferza, los elefantes preparados para el combate; los roques que son los lanceros; los caballos, la caballería; los peones, la infantería. Se adelanta, además, a la creación de un modelo de piezas comunes para bajar costos y difundirlo. Esto se concretará en el siglo XIX con los juegos Staunton, de procedencia inglesa.
***
En Espenuca, mis abuelos y mi padre se levantaban con el alba a trabajar la tierra de sus amos. No lejos de allí, en Rante, Ourense, mis otros abuelos hacían lo mismo. Veían el agua de los cántaros helados en invierno. Veían las lluvias, la nieve. Sentían lo indispensable: el huerto, los hijos, la leña de la lumbre. Miraban el cielo, la injusticia, la claridad traslúcida de la aldea. Contaban las cosas que sucedían en el reino: leyendas de pastores y de dioses, el rumor de la santa compaña, memorias de antepasados enterrados en barcas de piedra, batallas de honda y palo. Hablaban con mi padre de las cosas del sueño, de los secretos del universo. El abuelo Pedro sostenía: “La vida es bella. Y breve”. El abuelo Tomás creía en los ángeles, en el espejo secreto de la rama del árbol. Mi madre decía que debía casarme con una mujer que peinara su cabellera con peine de plata, que susurrara palabras cálidas al atardecer, que no pisara la tierra. Una mujer que besara la voz y el aire del amado.
***
Soy un rapsoda, el príncipe del exilio que viene a recordar a sus abuelos, a sus padres, a esas vidas tan ricas en derrotas. A esos analfabetos y utópicos llenos de bondad, de candorosa esperanza, de misteriosa realidad.
La sensatez nos dice que las cosas de la Tierra bien poco existen, y que la verdadera realidad solo está en los sueños. (Charles Baudelaire, Los paraísos artificiales, 1860).
Carlos Penelas
Buenos Aires, 13 de junio de 2024
La sensatez nos dice que las cosas de la Tierra bien poco existen, y que la verdadera realidad solo está en los sueños. (Charles Baudelaire, Los paraísos artificiales, 1860).
Carlos Penelas
Buenos Aires, 13 de junio de 2024
jueves, junio 13, 2024
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Rescatamos el audio del programa "La radioteca de los sueños" dedicado al poemario Valses poéticos, el homenaje de Carlos Penelas a Enrique Granados.
Conducido por Francisco Torija Zane, se emitió en Radio Nacional Clásica el 2 de agosto de 2002.
jueves, junio 06, 2024
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Comenzaremos con una cita de Byung-Chul Han (1959) Corea del Sur / Alemania /
En La salvación de lo bello dice en su primera página: “Lo pulido, pulcro, liso e impecable es la seña de identidad de la época actual”
Dice Claudia Venturelli en un estudio sobre Mafud. “Un sociólogo de sentido común”.
¿Por qué rescatar a Julio Mafud al que podríamos definir como un sociólogo maldito para la academia y del cual hoy nadie habla? Porque aunque nadie hable de él muchas de las afirmaciones que hacemos los argentinos para definirnos, sin saberlo, refieren a las verdades que estableció en este libro y que durante gran parte del siglo XX y por qué no hasta nuestros días forman parte del régimen de visibilidad a la hora de caracterizar como somos los argentinos. .
Julio Mafud (1928 – 1992)
Remedios de Escalada, durante los 80 fue el escritor que más libros vendió. Profesor del Instituto Grafotécnico. Ensayista, periodistas, trabajador ferroviario, estudios en Francia.
Autodidacta / Luis Danussi, Parte de Sarmiento y Martínez Estrada.
El desarraigo argentino (1966)
Sociología del peronismo (1972)
La revolución sexual argentina (1966)
Psicología de la viveza criolla (1965)
Sociología del fútbol (1967)
Juan José Sebreli publicará Fútbol y masas en 1981 / El fútbol de Sebreli es de 1966 /
Luis Danussi (1913-1978) activista del gremio gráfico, publicista del movimiento anarquista argentino.
Federación Gráfica Bonaerense (1945) Sebastíán Marotta / José Grunfeld / Jacinto Cimazo /
Enrique Medina (1937)
Escritor de clase baja, da vida a los marginados, desnuda sus miserias y humillaciones.
Las tumbas (1972) Vida en el reformatorio. En 1973 el gobierno peronista secuestra su novela Sólo Ángeles y se vuelve a editar en 1983.
Viveza criolla, corrupción política, coima, falsedad, oportunismo. “Yo argentino” / “El vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo” / “Hecha la ley, hecha la trampa” / “No te metás” / “Madrugá antes que te madruguen”.
Mafud: “Los organismos que adaptaron la viveza criolla a sus acciones fueron una máquina de defraudación para el público. Esas instituciones que pretendieron ser lo que no fueron (igual que cada individuo) se transformaron en una fábrica de valores falsos que desquiciaron el vivir societario. La desconfianza, la indiferencia y el escepticismo argentino le debe mucho al Estado que lo ha defraudado desde su origen”.
Un ejemplo en el cine: Plata Dulce (1982) Se iba a llamar Dios ha de ser argentino / Dirección de Fernando Ayala / Protagonistas Federico Luppi y Julio De Grazia./ El contexto es finales de los 70 /
Debemos recordar que Marcos Aguinis publica en 1988 Un país de novela. Va de la época virreinal hasta 1983. Uno de los personajes dice: “Me encarcelaron por ladrón, no por zonzo.”
Hay antecedentes de todo esto. El lazarillo de Tormes (1554) de autor anónimo es ejemplo de la picaresca española. El ciego lo introduce a Lázaro en la vida real, en el engaño y la mentira.
Ejemplo de todo lo mencionado. “La mano de Dios” / Maradona /
Isidoro Cañones /Dante Quinterno / Típico porteño de la viveza / Hacia 1940
Avivato / Lino Palacios / Evita el trabajo, viene lo piola, lo canchero, se las sabe todas / 1946 /
El truco y la política (de esto hablo Borges en varias oportunidades). Dijo Borges: “El argentino suele carecer de conducta moral…pasar por un inmoral le importa menos que pasar por zonzo.”
Es importante recordar a Borges y su mirada en torno al Martín Fierro. Un sólo tópico. El sargento Cruz se pone en contra de la ley que él mismo representa y traiciona a sus soldados desertando para defender a un gaucho matrero.
Para Jorge Luis Borges el Martín Fierro es un libro muy bien escrito y muy mal leído. Denostaba a su colega Leopoldo Lugones, que pretendía elevar a ese “gaucho matrero” a la condición de verdadero arquetipo, y aseguraba que, si en lugar de canonizar al libro de José Hernández, hubiéramos tomado al Facundo de Sarmiento como obra fundamental de nuestra literatura “otra sería nuestra historia y mejor”.
En las últimas décadas la soberbia, la pedantería y la vulgaridad en la televisión. En verdad en todos los medios. Y una decadencia ética, intelectual e ideológica.
Una sociedad desintegrada, amoral, pacata. El progresismo argento y las inflamaciones de derecha parecen ser el resultado de una picaresca sistemática.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 4 de junio de 2024
martes, junio 04, 2024
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Non nos estábamos separando, por iso nos recoñecemos.
Fitabamo-nos na cita imprevista, sen saber quen nos
chamou ao fio da noite.
Carlos Penelas junto a Luisa Vallalta en el Café Derby de Santiago de Compostela, 1995 |
Con los años publiqué en Galicia los primeros poemas, mis artículos literarios y periodísticos. Por supuesto, ya lo venía realizando en diferentes revistas o diarios de España y de América Latina. Comencé a tener correspondencia con muchos poetas significativos de Compostela, Ourense y Pontevedra.
A finales de los años 80 o principio de los 90 recibí una invitación para dar una serie de conferencias y presentaciones. No puedo dejar de mencionar al Dr. Agustín Sixto Seco y a Xavier Alcalá. Ellos fueron mis patrocinadores en esta oportunidad. Me abrieron puertas, me hicieron recorrer museos, bibliotecas, diarios. Una tarde Alcalá me llama al hotel y me dice que me esperaba al día siguiente en el Café Derby, el histórico Café Derby donde me encantaba ir casi todos los días y ver pasar la vida.
Por supuesto había almorzado hacía años con Manuel María, conocía a Manuel Rivas, a Xosé Manuel Beiras, a Bernardino Graña.. En Buenos Aires, muchos años después, trabé una breve amistad con Gonzalo Torrente Ballester. Xosé Conde, ya radicado en Ourense, me presenta - junto a Eduardo González Ananín y al profesor Víctor Campio Pereyra - a Pura Vázquez.
Por supuesto había almorzado hacía años con Manuel María, conocía a Manuel Rivas, a Xosé Manuel Beiras, a Bernardino Graña.. En Buenos Aires, muchos años después, trabé una breve amistad con Gonzalo Torrente Ballester. Xosé Conde, ya radicado en Ourense, me presenta - junto a Eduardo González Ananín y al profesor Víctor Campio Pereyra - a Pura Vázquez.
En el Derby, Alcalá me presenta para ser más claro, a Miguel Anxo Fernán Vello, a Uxio Novoneyra y a una bella muchacha: Luisa Villalta. Esa tarde compartimos una velada inolvidable. Plena de humor, ironía y poesía. Y pude hablar con Luisa casi en la intimidad. Una joven, como señalé, de finas facciones; fina y reservada. Había publicado su primer libro pero los de la mesa – sobre todo Novoneyra – me habló con emoción de su poética. Me enteré que era una destacada violinista, que amaba a Bach, que también buscaba la perfección en Béla Bartók, que conocía la tradición poética de Galicia; compartimos afectos en muchos de estos autores. Hablamos de Méndez Ferrín, Alvaro Cunqueiro, Amancio Prada, Emilia Pardo Bazán, y uno de mis admirados: Ramón del Valle Inclán. Una poeta de mirada dulce, de mirada que transmitía serenidad al mismo tiempo cultura. Fue una felicidad haberla conocido. Callada, solía afirmar con un leve movimiento de cabeza, con la vista al infinito. Había una elegancia que se transmitía en el tono de voz, en la moderación del hablar. Una comunicación verbal y no verbal. Sabía escuchar las intuiciones. En síntesis: finura. Electa ut sol. No volvimos a vernos. Al día siguiente debía estar en Madrid. Me esperaba una conferencia en la Universidad Autónoma de Madrid.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 28 de marzo de 2024
viernes, mayo 17, 2024
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Uno sabe que dios no existe.
Que no existen los ángeles
ni Lilliput o el doctor Gulliver.
Ni la paloma herida del poema
o los laberintos de las islas suspensas.
Sabemos que la espuma del mar
desvanece navegaciones, estelas,
la lumbre de los sueños,
el ondular amatista de la tarde.
Uno sabe que la leyenda del Nilo y el faraón,
la ingenuidad de la mirada.
o el silencio de los terraplenes
se ausentan como un aura en la noche.
Ni la cábala ni Jano nos amparan,
ni la cintura de Locche o de Bochini;
ahora el smartphone socorre lo insomne.
Con las cenizas de mis padres de Thoreau o las de Auster
uno descubre lo abisal y la sombra.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 7 de mayo de 2024
Que no existen los ángeles
ni Lilliput o el doctor Gulliver.
Ni la paloma herida del poema
o los laberintos de las islas suspensas.
Sabemos que la espuma del mar
desvanece navegaciones, estelas,
la lumbre de los sueños,
el ondular amatista de la tarde.
Uno sabe que la leyenda del Nilo y el faraón,
la ingenuidad de la mirada.
o el silencio de los terraplenes
se ausentan como un aura en la noche.
Ni la cábala ni Jano nos amparan,
ni la cintura de Locche o de Bochini;
ahora el smartphone socorre lo insomne.
Con las cenizas de mis padres de Thoreau o las de Auster
uno descubre lo abisal y la sombra.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 7 de mayo de 2024
sábado, mayo 11, 2024
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Conversamos con el gran escritor argentino, hijo de gallegos, Carlos Penelas, donde nos relata en su vida, su infancia y su relación con su padre, y las enseñanzas del anarquismo.
También nos habla de su Avellaneda natal y del barrio de Piñeyro y de como disfrutaba con Independiente.
Nos cuenta de su prolifera obra y su cercanía con René Favaloro.
Todo esto misturado coa mellor música da nosa Terra.
Nos cuenta de su prolifera obra y su cercanía con René Favaloro.
Todo esto misturado coa mellor música da nosa Terra.
Emision 170 de Radio ABC", la voz de la Asociación Benéfica Cultural del partido de Corcubión, con Daniel Alejandro Pazos.
sábado, mayo 04, 2024
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El sábado pasado por la mañana, 20 de abril, concurrí a una charla que la Lic. Eugenia Limeses brindó en la librería Badaracco. Y debo hablar de ella. Una exposición clara, lúcida y amena sobre el ensayista surcoreano, profesor de la Universidad de las Artes en Berlín. Ante un público reducido pero con formación fue discurriendo claves, referencias, anécdotas. Con suma calidez, como de la nada, integró al auditorio con preguntas y lecturas.
Sabemos, y la Lic. Limeses lo recordó, el autor escribe en alemán y está considerado como uno de los filósofos más destacado del pensamiento contemporáneo. Sintetizando: crítica al capitalismo, a la sociedad del trabajo, la tecnología y la hipertransparencia. Fue interesante, sin duda, la referencia que la expositora señaló la forma en que Han se rebela ante el capitalismo digital. Optó por una fórmula de resistencia política: no tiene Smartphone, no hace turismo. Sólo escucha música analógica y dedica un tiempo considerable a cultivar su jardín. Se niega, además, a dar entrevistas por radio o televisión. Y no gusta de revelar detalles biográficos o personales.
En la conversación Limeses habló de la sociedad de la transparencia. Entre los ejemplos que mencionó dijo que para el pensador era obsceno el pornográfico uso del cuerpo y del alma ante la mirada, así como son obscenos los torrentes lisos de la hiper-comunicación , está libre de toda negatividad de la alteridad.
Recordó la negatividad de la separación (secreto, secretus), y que la delimitación y el encierro es constitutiva para el valor cultural. La social media y los motores de búsqueda personalizadora erigen en la red un absoluto espacio cercano, en el que está eliminado el afuera.
Citas que fue comentando enriquecieron el espacio. “Vivo de aquello que los otros no saben de mí”, Peter Handke. Eso dio pie para mostrar que narrar y escuchar con atención se requieren mutuamente. La comunidad narrativa es una comunidad de personas que escuchan con atención. Quien escucha atentamente está olvidado de sí mismo, se sume en lo que escucha: “Cuanto más olvidado de sí está el que escucha atentamente, tanto más profundamente se le graba lo escuchado”.
También convocó a La sociedad del cansancio. Existe una atención dispersa que se caracteriza por su acelerado cambio de foco entre diferentes tareas, fuentes de información y procesos. Y la conferencista evoca a Walter Benjamin que llama al aburrimiento profundo “el pájaro de sueño que incuba el huevo de la experiencia”. Byung-Chul Han marca como una sociedad tiene escasa tolerancia al hastío, y tampoco admite aquel aburrimiento profundo que sería de cierta importancia para el proceso creativo. De allí la cita de Benjamin.
El cosmos que Han vislumbra es pulido, liso, impecable como seña de nuestra época. “Lo bello natural se ha atrofiado en lo liso y pulido de lo bello digital”. Nos está advirtiendo que la belleza es rezagada. Nos advierte de un ser enfermo, carente de lo esencial.
Sin duda una mañana bella. Con nuevas propuestas y discusiones. Fructífera. Un universo que nos es contemporáneo y no siempre terminamos de advertir. Lo dice alguien que no tiene redes sociales ni Facebook ni Instagram ni celular. Al salir compré un libro que hacía tiempo deseaba leer: La salvación de lo bello. Lo agregué a los libros que tengo sobre mi escritorio. Comienza con un poema de Paul Celan. ¿Qué le puedo decir del más grande lírico alemán de posguerra junto a Hans Magnus Enzensberger?).
Carlos Penelas
Buenos Aires, 22 de abril de 2024
En la conversación Limeses habló de la sociedad de la transparencia. Entre los ejemplos que mencionó dijo que para el pensador era obsceno el pornográfico uso del cuerpo y del alma ante la mirada, así como son obscenos los torrentes lisos de la hiper-comunicación , está libre de toda negatividad de la alteridad.
Recordó la negatividad de la separación (secreto, secretus), y que la delimitación y el encierro es constitutiva para el valor cultural. La social media y los motores de búsqueda personalizadora erigen en la red un absoluto espacio cercano, en el que está eliminado el afuera.
Citas que fue comentando enriquecieron el espacio. “Vivo de aquello que los otros no saben de mí”, Peter Handke. Eso dio pie para mostrar que narrar y escuchar con atención se requieren mutuamente. La comunidad narrativa es una comunidad de personas que escuchan con atención. Quien escucha atentamente está olvidado de sí mismo, se sume en lo que escucha: “Cuanto más olvidado de sí está el que escucha atentamente, tanto más profundamente se le graba lo escuchado”.
También convocó a La sociedad del cansancio. Existe una atención dispersa que se caracteriza por su acelerado cambio de foco entre diferentes tareas, fuentes de información y procesos. Y la conferencista evoca a Walter Benjamin que llama al aburrimiento profundo “el pájaro de sueño que incuba el huevo de la experiencia”. Byung-Chul Han marca como una sociedad tiene escasa tolerancia al hastío, y tampoco admite aquel aburrimiento profundo que sería de cierta importancia para el proceso creativo. De allí la cita de Benjamin.
El cosmos que Han vislumbra es pulido, liso, impecable como seña de nuestra época. “Lo bello natural se ha atrofiado en lo liso y pulido de lo bello digital”. Nos está advirtiendo que la belleza es rezagada. Nos advierte de un ser enfermo, carente de lo esencial.
Sin duda una mañana bella. Con nuevas propuestas y discusiones. Fructífera. Un universo que nos es contemporáneo y no siempre terminamos de advertir. Lo dice alguien que no tiene redes sociales ni Facebook ni Instagram ni celular. Al salir compré un libro que hacía tiempo deseaba leer: La salvación de lo bello. Lo agregué a los libros que tengo sobre mi escritorio. Comienza con un poema de Paul Celan. ¿Qué le puedo decir del más grande lírico alemán de posguerra junto a Hans Magnus Enzensberger?).
Carlos Penelas
Buenos Aires, 22 de abril de 2024
martes, abril 23, 2024
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Acuérdate. Es tan sólo una imagen.
Flotabas por encima de la parra
en la felicidad de un tiempo.
El niño y tú eran uno en esa tarde
que flotaba por encima de los techos.
El niño tenía siete años y era feliz en ese patio
envuelto de voces castellanas y gallegas.
Rodeado de reyes, de naves, de corsarios.
Era feliz en una isla desierta, en el lejano oeste,
en una nave espacial alrededor de la luna.
Ahora hay un hombre sentado ante una mesa,
inclinado sobre libros y papeles,
con una pipa en la mano y humo holandés.
Escribe unas líneas ante un niño
que una tarde soñaba por encima de los techos.
Carlos Penelas
Buenos Aires, abril de 2024
jueves, abril 18, 2024
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In Nomine Domini Nostri Jesu Christi
Los lectores cambian, se olvidan, no prestan atención. Los lectores, al menos los míos, suelen creer que todo es humor. Sé, estimado leedor, que manejo la ironía y a veces - no pocas - lo sarcástico. Pero escribí en más de una oportunidad sobre nuestro Cristóbal Colón. Odiado por peronistas, señoritos populistas de izquierda postmoderna y gente de poco saber. Es decir, ignorantes sin medida. Pues bien, debo recordarles algo de lo que estudié, analicé y escribí hace mucho tiempo. Palmas. Y a recoger el guante.
"Porque, cristianísimos y muy altos y muy excelentes y muy poderosos Príncipes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, Nuestros Señores, este presente año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa y haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año a dos días del mes de enero por fuerza de armas vi poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de la Alhambra, que es la fortaleza de la dicha ciudad y vi salir al rey moro a las puertas de la ciudad y besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe mi Señor..."
Se sabe que Colón no hablaba italiano a pesar de haber vivido en Génova hasta los 24 años. De hecho las referencias sobre su origen genovés son casi inexistentes. También se dice que tenía modales portugueses, lo que puede significar gallegos.
La esfericidad de la Tierra ya estaba en el Corán. Hay versos sumamente elocuentes. Alfraganus, setecientos años antes de la llegada de Colón a América – siglo IX, Jalifato de Al-Mahmún – señaló en su célebre teorema que la medida correcta de la Tierra era de cincuenta millas y dos tercios por grado.
Collón, en gallego es testículo. Para ser didácticos: cada una de las dos glándulas ovoideas que segregan el semen y están contenidas en las dos cavidades del escroto. Según se dice era su verdadero apellido y está anotado en una iglesia de Pontevedra. Tiempo después, alguien tachó una “l” y quedó Colón. También se dijo que era judío converso, catalán, mallorquín, castellano, extremeño, corso…
“¿Qué le pasa, Penelas?”, preguntará el retrógrado del boticario. Pues bien, que vamos a recorrer con un poco de humor algunas voces, textos y fuentes. Recordemos, al pasar, que como dijo Woody Allen, “hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas , pero no las mismas”.
El investigador y escritor Guillermo García de la Riega, bisnieto del historiador Celso García de la Riega (el primer impulsor de la tesis de que Colón era gallego), subrayó que las pruebas son tan evidentes que «la historia no permitiría tantas casualidades» y fundamenta su postura en tres pilares: la documentación de los siglos XV y XVI que muestran el acta notarial de la venta de la finca de A Puntada de Poio que supuestamente fue la casa de Colón en Pontevedra, la toponimia de los accidentes geográficos que descubrió el navegante (tales como Punta Lanzada, San Salvador o las alusiones a las cofradías pontevedresas para nombrar al Puerto de San Nicolás, el Cabo San Miguel o las islas Catalina y San Juan Bautista) y, por último, el lenguaje utilizado por Colón en el que aparecen «numerosos vocablos gallegos».
Se sabe que nuestro querido Almirante no hablaba italiano a pesar de haber vivido en Génova hasta los veinticuatro años. De hecho las referencias sobre su origen genovés son casi inexistentes. Se dice que tenía modales portugueses, lo cual puede significar gallegos. No hay que olvidar que una carabela, la Santa María, se la bautizó en principio “La Gallega”. (¿Qué dirá ante estos paupérrimos y conocidos datos mi amigo el historiador? Estará una furia. Le recordaría que “el eco siempre dice la última palabra”.)
Celso García, pontevedrés, pronunció una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid en 1898, año del nacimiento de mi padre. En ella dio a conocer cierta documentación de los siglos XV y XVI. Causó un gran alboroto al afirmar la galleguidad del genovés. Poco tiempo después se afirmó que los documentos estaban manipulados. Pero en 1964, la profesora Rodríguez Solano estableció que no existió tal falsificación en los documentos de Pontevedra. Y se volvió a la carga. No es casual que Alejo Carpentier haya escrito una novela desopilante sobre la vida de este navegante misterioso. En El arpa y la sombra el mundo mágico-primitivo de universal comunión, el drama social y filosófico del hombre moderno, concebido dentro del ámbito de la mitología americana.
En 1923, en La Habana, Enrique Zas publicó un ensayo: Galicia, patria de Colón. Pone como ejemplo algo que no lo tomará por tal Menéndez Pidal. Zas habla de las muchas palabras en gallego que el almirante escribió en su diario: pardetas, a la corda, pardeles, toniñas, etc. Recordemos a don Ramón Menéndez Pidal, coruñes, que publicó en 1942, La lengua de Colón, libro de consulta en mis años de estudiante en el Profesorado en Letras. Me acuerdo la colección: Austral, de Espasa. Aún está en mi biblioteca. Luego vendrá la polémica de Francisco Romero de Lema en La lengua de Cristóbal Colón, publicado en 1969. Como ves, mi querido e hipócrita amigo, todo es confuso. Pero la ciencia sigue su curso y sabemos a dónde vamos.
Será Alfonso Philippot, vigués, capitán de La Marina Civil quien en 1991 publica La identidad de Cristóbal Colón donde concluye que Colón y Pedro Madruga son la misma persona, hijo natural (¡cuando no!) del conde de Sotomayor. El silencio será una razón de Estado. Siempre las razones de Estado terminan en el silencio.
A la tesis de que Colón era gallego dieron su apoyo la condesa de Pardo Bazán, Suárez Picallo, Eduardo Pondal, Castelao, Ramón Cabanillas, entre otros.
«Yo , porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con amor que no por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que hubieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla." ( 11 de octubre de 1492)
Roland Barthes creía que la efusión sentimental resulta inexpresable. Tal vez la vida de nuestro descubridor sea eso. Se dice que fue avaro, megalómano, sionista. Para algunos historiadores el legendario almirante chino, Zheng He, descubrió América siete décadas antes que Colón. Éste descubrió sus mapas y lo calló. Por eso llegó a nuestras playas. Más allá de todo recomiendo leer sus diarios de navegación. Un universo.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 8 de agosto de 2024
"Porque, cristianísimos y muy altos y muy excelentes y muy poderosos Príncipes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, Nuestros Señores, este presente año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa y haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año a dos días del mes de enero por fuerza de armas vi poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de la Alhambra, que es la fortaleza de la dicha ciudad y vi salir al rey moro a las puertas de la ciudad y besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe mi Señor..."
Se sabe que Colón no hablaba italiano a pesar de haber vivido en Génova hasta los 24 años. De hecho las referencias sobre su origen genovés son casi inexistentes. También se dice que tenía modales portugueses, lo que puede significar gallegos.
La esfericidad de la Tierra ya estaba en el Corán. Hay versos sumamente elocuentes. Alfraganus, setecientos años antes de la llegada de Colón a América – siglo IX, Jalifato de Al-Mahmún – señaló en su célebre teorema que la medida correcta de la Tierra era de cincuenta millas y dos tercios por grado.
Collón, en gallego es testículo. Para ser didácticos: cada una de las dos glándulas ovoideas que segregan el semen y están contenidas en las dos cavidades del escroto. Según se dice era su verdadero apellido y está anotado en una iglesia de Pontevedra. Tiempo después, alguien tachó una “l” y quedó Colón. También se dijo que era judío converso, catalán, mallorquín, castellano, extremeño, corso…
“¿Qué le pasa, Penelas?”, preguntará el retrógrado del boticario. Pues bien, que vamos a recorrer con un poco de humor algunas voces, textos y fuentes. Recordemos, al pasar, que como dijo Woody Allen, “hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas , pero no las mismas”.
El investigador y escritor Guillermo García de la Riega, bisnieto del historiador Celso García de la Riega (el primer impulsor de la tesis de que Colón era gallego), subrayó que las pruebas son tan evidentes que «la historia no permitiría tantas casualidades» y fundamenta su postura en tres pilares: la documentación de los siglos XV y XVI que muestran el acta notarial de la venta de la finca de A Puntada de Poio que supuestamente fue la casa de Colón en Pontevedra, la toponimia de los accidentes geográficos que descubrió el navegante (tales como Punta Lanzada, San Salvador o las alusiones a las cofradías pontevedresas para nombrar al Puerto de San Nicolás, el Cabo San Miguel o las islas Catalina y San Juan Bautista) y, por último, el lenguaje utilizado por Colón en el que aparecen «numerosos vocablos gallegos».
Se sabe que nuestro querido Almirante no hablaba italiano a pesar de haber vivido en Génova hasta los veinticuatro años. De hecho las referencias sobre su origen genovés son casi inexistentes. Se dice que tenía modales portugueses, lo cual puede significar gallegos. No hay que olvidar que una carabela, la Santa María, se la bautizó en principio “La Gallega”. (¿Qué dirá ante estos paupérrimos y conocidos datos mi amigo el historiador? Estará una furia. Le recordaría que “el eco siempre dice la última palabra”.)
Celso García, pontevedrés, pronunció una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid en 1898, año del nacimiento de mi padre. En ella dio a conocer cierta documentación de los siglos XV y XVI. Causó un gran alboroto al afirmar la galleguidad del genovés. Poco tiempo después se afirmó que los documentos estaban manipulados. Pero en 1964, la profesora Rodríguez Solano estableció que no existió tal falsificación en los documentos de Pontevedra. Y se volvió a la carga. No es casual que Alejo Carpentier haya escrito una novela desopilante sobre la vida de este navegante misterioso. En El arpa y la sombra el mundo mágico-primitivo de universal comunión, el drama social y filosófico del hombre moderno, concebido dentro del ámbito de la mitología americana.
En 1923, en La Habana, Enrique Zas publicó un ensayo: Galicia, patria de Colón. Pone como ejemplo algo que no lo tomará por tal Menéndez Pidal. Zas habla de las muchas palabras en gallego que el almirante escribió en su diario: pardetas, a la corda, pardeles, toniñas, etc. Recordemos a don Ramón Menéndez Pidal, coruñes, que publicó en 1942, La lengua de Colón, libro de consulta en mis años de estudiante en el Profesorado en Letras. Me acuerdo la colección: Austral, de Espasa. Aún está en mi biblioteca. Luego vendrá la polémica de Francisco Romero de Lema en La lengua de Cristóbal Colón, publicado en 1969. Como ves, mi querido e hipócrita amigo, todo es confuso. Pero la ciencia sigue su curso y sabemos a dónde vamos.
Será Alfonso Philippot, vigués, capitán de La Marina Civil quien en 1991 publica La identidad de Cristóbal Colón donde concluye que Colón y Pedro Madruga son la misma persona, hijo natural (¡cuando no!) del conde de Sotomayor. El silencio será una razón de Estado. Siempre las razones de Estado terminan en el silencio.
A la tesis de que Colón era gallego dieron su apoyo la condesa de Pardo Bazán, Suárez Picallo, Eduardo Pondal, Castelao, Ramón Cabanillas, entre otros.
«Yo , porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con amor que no por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que hubieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla." ( 11 de octubre de 1492)
Roland Barthes creía que la efusión sentimental resulta inexpresable. Tal vez la vida de nuestro descubridor sea eso. Se dice que fue avaro, megalómano, sionista. Para algunos historiadores el legendario almirante chino, Zheng He, descubrió América siete décadas antes que Colón. Éste descubrió sus mapas y lo calló. Por eso llegó a nuestras playas. Más allá de todo recomiendo leer sus diarios de navegación. Un universo.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 8 de agosto de 2024
(Enrique Barreiro, 1927, 23 minutos)
Documental de 1927 que desarrolla la tesis del origen pontevedrés de Cristóbal Colón, defendido por varios historiadores citados en la película. La pieza tuvo dos versiones, estrenadas en 1927 y 1930 respectivamente, y cada una de ellas sirvió a Enrique Barreiro, una de las figuras más importantes del cine gallego en los años veinte y treinta junto con su hermano Ramón, como campo de pruebas en sus experimentos para dotar de color a la imagen cinematográfica. Concretamente, la versión de 1927 está realizada utilizando un sistema de color experimental de creación propia llamado Cromacolor. Material restaurado por Filmoteca Española, la pieza que se podrá ver recupera los colores originales de este trabajo pionero.
martes, abril 09, 2024
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“El fútbol es un pensamiento que se juega, más con la cabeza que con los pies”
Milan Kundera
Con frecuencia recuerdo a mi padre. Su voz, su mirada, sus gestos inquietos. Su palabra siempre gravitó en mí, como su ejemplo de hombre noble. Llegó a la Argentina siendo un niño de once años. Se hizo solo. Mi padre nació en una aldea de A Coruña, finales del siglo XIX. Trabajó desde los seis años cuidando cabras en el monte. El único varón de seis hermanas. Pudo aprender las primeras letras con un maestro del lugar durante dos años. Y a los saltos. Mis abuelos eran analfabetos, los paternos y los maternos. A mi madre le enseñó a leer y escribir mi padre, de casados. Mi madre había nacido en un lugar perdido de Ourense. Mi padre, junto a mis abuelos, llegó a Argentina y comenzó a trabajar en una fábrica de vidrio. Avellaneda, Piñeiro. Obreros socialistas y anarquistas completaron su educación. En Galicia ayudaba a sus padres en la cosecha, en una aldea perdida: Espenuca. A esa edad ya sabía de las doce horas de trabajo. Aprendió a leer, a pensar, a sentir. Entre sus muchos refranes recuerdo éste: “palabra y piedra suelta no tienen vuelta”.
Mis abuelos – analfabetos - había llegado al puerto; los esperaban unos parientes. Primero mi abuelo Pedro, campesino, hombreó bolsas en Ingeniero White. De allí a Avellaneda, a Piñeyro para ser más exactos. La gran inmigración gallega crecía en esos barrios. Y eran de Independiente Foot-Ball Club. La historia es intensa; abreviaré. En mi familia todos eran de Independiente: padres, hermanos, tíos, primos, vecinos. Vivieron en la calle Mariano Acosta. Cuando niño me llevaba a la cancha, a la tribuna: los menores sólo pagaban el seguro de vida, unos centavos. Me hablaba de nombres remotos: Erico, Seoane, Ravaschino, Cherro. Luego Canaveri, Lalín, Sastre, De la Mata, Zorrilla. Para él Seoane fue el mejor, lo vio jugar en todos los puestos, incluso de arquero. Y según sus palabras esa tarde fue brillante. El otro gran jugador era, según su criterio, el guardavalla Fernando Bello. En esos años se decía match, se decía portero, se decía centre forward, shotear. Mis ojos descubrieron a Micheli, Cecconato, Bonelli, Grillo y Cruz. Recuerdo a Elías Abraham con su polera amarilla y su gorra. A los hermanos Varacka, a Barraza. Y a Rubén Marino Navarro, Hacha Brava. Era una maravilla verlo a Toriani, a Maldonado, a Mura. El Negro Rolan junto a Navarro una muralla. Uno se elevaba con Silveira, Douksas, D'Ascenzo.
(De estos temas, y de otros, suelo conversar con mi amigo Manuel Suárez Suárez. En Buenos Aires o en Compostela. Con frecuencia hablamos de literatura, política, fútbol. De nuestros “compinches” en común, de nuestras familias. Manuel quiere al Rojo porque es el equipo de los gallegos.)
En esa tribuna de cemento, la cancha de la Visera, los ojos se llenaban de lágrimas. Por la emoción, por el juego armonioso, por la gracia y la felicidad de ver buen fútbol. Mi padre era otra persona. Participa de una manera inusual. Olvidaba las lecturas de Cervantes, de Tolstoi o de Milton. El simpatizante de Independiente es de paladar negro. Le gusta que gane su equipo, pero que juegue bien, que sea diferente, que la belleza de la cual hablaban los griegos en sus olimpíadas se viera en la cancha. La felicidad nos ocupaba la semana. Mundo Deportivo y El Gráfico completaban la historia. Luego, con mis hijos otros nombres: Alzamendi, Bertoni, Burruchaga, Bochini. Únicos. La felicidad se daban en todos pero Bochini era diferente. Uno de los mejores jugadores que vi en mi vida. Daba felicidad como trataba el balón, sentir su vuelo, su intuición. Un arquetipo de la 10. Toda la era dorada aplaudiendo su nombre. Rapidez mental, pases milimétricos, Un estilo único e irrepetible.
En la fonda de mi tío Pedro, La Mosca, iban a cenar Sastre, Canaveri entre otros jugadores. Allí los vió mi padre, allí conversó con ellos. Seres comunes, seres trabajadores. Comían y bebían en abundancia. Y al día siguiente hacían estallar un estadio. Cuando se retiraban el lujo era un almacén o un puesto de diarios sobre Avenida Mitre. Otro mundo, otro sistema. No hablo desde la nostalgia, hablo de un país que no existe. Un país que se extraña y regresa de la mano – de otra forma, de otra emoción – de Emiliano y de Lisandro. Sobre todo de Emiliano, creador y director de La Caldera del Diablo.
La radio cumplía un papel fenomenal. Fioravanti, Bernardino Veiga, Ortega Moreno, Caffarelli, Borocotó… son algunos de los nombres que evoco en este momento. Hay otros por supuesto, hay otros. Sus voces llenaban las casas, el espíritu futbolero de todo un país. Era cuando los partidos sólo se jugaban los domingos. En casa se admiraba a Dante Panzeri. El único, junto a Borges, que se opusieron al Mundial de 1978. Supo ver, como ninguno, que “el fútbol era política, sociología, economía” utilizado por la demagogia, la incultura y el autoritarismo. El único que habló de los sicarios del micrófono. Polémico, sin duda. Al final de su vida escribió: “al fútbol argentino le faltan tres cosas: dirigentes, decencia y wines”. No escribió nunca más.
De aquella infancia y de aquella adolescencia evoco las casacas, el foso, el pañuelo blanco anudado - de mi padre - en mi cabeza. La fuerza de mis primos mayores, los Fraga: Pedro, Manolo, Luis. La euforia de mis otros primos, los González: Osvaldo y Ricardo. Caminar desde Villegas y Pavón y luego cruzar los Siete Puentes. Y el sanguche de salame y queso que mi tía Silvia me preparaba. En pan francés, con manteca. Y miga. Hoy mis hijos y mis nietos llevan la camiseta con la misma alegría. Les repito lo que decía don Manuel: “El resultado es una anécdota. Lo importante es jugar bien, ver buen fútbol”. Entonces es cuando evoco la elegancia de jugadores inolvidables. Y sonrío. Independiente es modelo de fútbol. Eso lo hizo diferente, Es un arquetipo. Otra vez: Erico. Maldonado, Bertoni, Burruchaga, Bochini.
Para finalizar vale la pena recordar a Albert Camus y a Pier Paolo Pasolini. Camus, fue arquero, un arquero rebelde. Descubre que la desigualdad existe en todos lados, menos en el patio del colegio, donde jugaba al fútbol. Juega durante el recreo, de arquero, pues sólo tiene un par de alpargatas. Allí encuentra camaradería y libertad. “Todo lo que sé de moral se lo debo al fútbol y al teatro”. Pasolini escribió: “el fútbol como lenguaje”, “el gambeteo como poesía”, “el catenaccio y la triangulación como fútbol de prosa”. Dijo:” el fútbol es un sistema de signos, o sea un lenguaje”. Antes que un deporte el fútbol fue para Pasolini un lenguaje humano capaz de hablar a las masas. “Quien no conoce el código del fútbol no entiende el “significado” de sus palabras (los pases) ni el sentido de su discurso (un conjunto de pases)”.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 3 de abril de 2024
En la fonda de mi tío Pedro, La Mosca, iban a cenar Sastre, Canaveri entre otros jugadores. Allí los vió mi padre, allí conversó con ellos. Seres comunes, seres trabajadores. Comían y bebían en abundancia. Y al día siguiente hacían estallar un estadio. Cuando se retiraban el lujo era un almacén o un puesto de diarios sobre Avenida Mitre. Otro mundo, otro sistema. No hablo desde la nostalgia, hablo de un país que no existe. Un país que se extraña y regresa de la mano – de otra forma, de otra emoción – de Emiliano y de Lisandro. Sobre todo de Emiliano, creador y director de La Caldera del Diablo.
La radio cumplía un papel fenomenal. Fioravanti, Bernardino Veiga, Ortega Moreno, Caffarelli, Borocotó… son algunos de los nombres que evoco en este momento. Hay otros por supuesto, hay otros. Sus voces llenaban las casas, el espíritu futbolero de todo un país. Era cuando los partidos sólo se jugaban los domingos. En casa se admiraba a Dante Panzeri. El único, junto a Borges, que se opusieron al Mundial de 1978. Supo ver, como ninguno, que “el fútbol era política, sociología, economía” utilizado por la demagogia, la incultura y el autoritarismo. El único que habló de los sicarios del micrófono. Polémico, sin duda. Al final de su vida escribió: “al fútbol argentino le faltan tres cosas: dirigentes, decencia y wines”. No escribió nunca más.
De aquella infancia y de aquella adolescencia evoco las casacas, el foso, el pañuelo blanco anudado - de mi padre - en mi cabeza. La fuerza de mis primos mayores, los Fraga: Pedro, Manolo, Luis. La euforia de mis otros primos, los González: Osvaldo y Ricardo. Caminar desde Villegas y Pavón y luego cruzar los Siete Puentes. Y el sanguche de salame y queso que mi tía Silvia me preparaba. En pan francés, con manteca. Y miga. Hoy mis hijos y mis nietos llevan la camiseta con la misma alegría. Les repito lo que decía don Manuel: “El resultado es una anécdota. Lo importante es jugar bien, ver buen fútbol”. Entonces es cuando evoco la elegancia de jugadores inolvidables. Y sonrío. Independiente es modelo de fútbol. Eso lo hizo diferente, Es un arquetipo. Otra vez: Erico. Maldonado, Bertoni, Burruchaga, Bochini.
Para finalizar vale la pena recordar a Albert Camus y a Pier Paolo Pasolini. Camus, fue arquero, un arquero rebelde. Descubre que la desigualdad existe en todos lados, menos en el patio del colegio, donde jugaba al fútbol. Juega durante el recreo, de arquero, pues sólo tiene un par de alpargatas. Allí encuentra camaradería y libertad. “Todo lo que sé de moral se lo debo al fútbol y al teatro”. Pasolini escribió: “el fútbol como lenguaje”, “el gambeteo como poesía”, “el catenaccio y la triangulación como fútbol de prosa”. Dijo:” el fútbol es un sistema de signos, o sea un lenguaje”. Antes que un deporte el fútbol fue para Pasolini un lenguaje humano capaz de hablar a las masas. “Quien no conoce el código del fútbol no entiende el “significado” de sus palabras (los pases) ni el sentido de su discurso (un conjunto de pases)”.
"¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes
y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales".
Eduardo Galeano
Carlos Penelas
Buenos Aires, 3 de abril de 2024
miércoles, abril 03, 2024
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Carlos Penelas regresa a la Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte con su Taller Literario. Será los jueves a las 19 horas, comenzando en abril. Para informes e inscripción llame al 11 2454-9397 (de lunes a viernes de 16 a 20) o escriba a carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar
Carlos Penelas cuenta con más de cuarenta libros publicados. Su obra ha obtenido a lo largo de los años el reconocimiento de numerosos autores y prestigiosos críticos. En 1977 obtuvo el premio "Arturo Marasso" otorgado por el Mariano Acosta; en 1981 logra la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE); en 1986 el premio "Accésit" otorgado por la XII Exposición Feria Internacional de Buenos Aires "El libro (del autor al lector)" por la mejor cobertura como cronista de Radio Nacional; en 1988 el premio a la Mejor Cobertura como cronista de Radio Nacional otorgado por la XIV Feria Internacional del Libro; en 1988 el Primer Premio de Poesía "Alfonsina Storni" otorgado por Gente de Letras; en 1992 la Mención Especial de Poesía en el Concurso Latinoamericano "Carlos Sábat Ercasty", Montevideo, Uruguay.
Fue crítico literario desde 1983 hasta 1989 de LS1 Radio Municipal y LRA Radio Nacional, donde condujo distintos programas culturales. Colaboró durante años con el suplemento literario del diario La Prensa, y fue columnista de medios gráficos del país y el exterior.
Dictó conferencias en la Universidad de La Coruña, Cátedra de Literatura Latinoamericana y la Universidad Autónoma de Madrid. La Fundación Internacional Jorge Luis Borges lo hizo participar entre los diez poetas vivientes más importantes. En los últimos años ha realizado extensas giras de conferencias por Europa, Sudamérica y el interior del país. Coordina talleres literarios desde 1984.
martes, marzo 19, 2024
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Foto: Emiliano Penelas |
El espacio del espíritu, donde puede abrir sus alas, es el silencio.
Antoine de Saint-Exupéry
El sol, los mares y los pájaros han brindado la vida,
no los cabalistas ni los soñolientos ojos de las bibliotecas.
En ellos no hay candelas ni epopeyas ni abismos.
Iluminado ámbito desnudo
entre hojas de recuerdo y abandono.
Con el corazón callado
siento éste transcurrir hacia la nada
en un paisaje hermoso, en la belleza de los pétalos.
En este bosque, en soledad, evoco a Simone Weil,
a Blaise Pascal, a Nicolás de Cusa.
Ahora, busco retiro en una secreta abadía,
apartado del templo, de nave en nave,
en las voces del coro con hermanos de pie
para oír incesantemente campanadas elevadas
desde el misterio y la leyenda.
Preguntan qué has hecho, qué es ese temblor
del viento sobre el instante…
(Estoy aquí para ver con los ojos que no ven).
Y el canto gregoriano oculta abstraído
el reclinado crepúsculo de las sombras.
El silencio toca la noche en las estrellas.
Carlos Penelas
Buenos Aires, marzo de 2024
jueves, marzo 07, 2024
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Foto: Ralph Gibson |
Parece escudriñar el estupor de los espejos,
la invasión del tiempo, la avidez del silencio.
A veces, de noche, parece viajar en una barca.
Sin saber por qué ha cambiado
su forma de moverse, de sentarse, de observar.
Es fiel a mis preguntas, a mis dudas inútiles,
al remordimiento y a la ausencia.
Me acompaña en sosiego, en desamparo.
A veces parece que urde en lo más íntimo.
(Junto a ella una mujer me amó.)
Quizá sea la esencia que desconozco,
una quimera que acecha mi rostro,
la incisiva plegaria sosteniendo otra máscara.
Contemplo su soliloquio, la mudanza de los días,
la gratuidad de las pequeñas cosas,
una cavilación sobre la memoria de la infancia.
Ahora, sólo intento remedar su prodigio en palabras.
Carlos Penelas
Buenos Aires, febrero de 2024
lunes, febrero 26, 2024
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A 40 años de la muerte de Julio Cortázar, Carlos Penelas participará de un homenaje en la Sociedad Argentina de Escritores junto a María Rosa Lojo, Roberto Alifano y Antonio Las Heras.
Será el miércoles 21 de febrero a las 18 horas en la SADE, Uruguay 1371, con entrada libre y gratuita.
miércoles, febrero 14, 2024
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Buenos Aires, 2024.
Desde su muerte Argentina cayó en la oquedad, en rostros insustanciales, en una mediocridad insultante. Crece el analfabetismo, el chantaje moral e ideológico aparece en cada esquina, en cada institución. Todo se ha impregnado de crímenes, delitos, robos, símbolos hueros; la fábrica de pobres no tiene límite. La decadencia forma parte de esta cultura medieval-feudal. La obsesión por los muertos, el cinismo, los rituales plenos de barbarie, el paternalismo, la vocinglería política cubre la vida cotidiana. Y el hambre y la desocupación. El dogma – como todo dogma – parece irrefrenable. O tal vez no, en veinte o treinta años estamos hablando de otro país, de una sociedad renovada. Hoy no, ni mañana tampoco.
Cuando escribí este libro el dolor y la angustia me invadieron. Recordaba su voz, sus gestos, su mirada. Recordaba fotografías de ambos en conferencias suyas, en su escritorio o en presentaciones de mis libros de poemas. Evocaba los tiempos de amistad, de intimidad, de trabajo, de lecturas, de proyectos. Muchos años compartiendo confesiones, elaborando ideas, concretando cosas imposibles en un país que lentamente se desmoronaba. También evocaba risas, comidas, anécdotas de nuestras historias, de nuestras familias. Hablábamos de fútbol, de escritores, de científicos, de nuestras madres, del cine italiano, de mujeres. Preocupado siempre por la indigencia, la educación y la salud. Cuando escribí este libro pensé que era una forma de reseñar ideas, conductas de un hombre que creía en la libertad, que aspiraba a un país sanmartiniano, un país como soñaron Sarmiento o Alberdi. Reitero, un ser noble e intenso.
Esta tercera edición, con algunas páginas inéditas, pienso que es un intento de recuperar esperanza. Esperanza de sus convicciones, de sus certezas. El desenlace del querido amigo tiene varios derroteros. El libro, entre otras cosas, emplaza senderos, susurros, indicaciones para el lector atento. Aproximo a la memoria una cita de Unamuno, autor que ambos admirábamos y discutíamos. “Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento”.
Carlos Penelas
Buenos Aires, enero de 2024
Tercera edición ampliada
Edición digital.
Prosa.
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Prosa.
Prólogo a la tercera edición
En la tarde del 29 de julio de 2000 el Dr. René G. Favaloro se quita la vida. A las pocas horas del suicidio entraba a su departamento. A las 19:30 de ese día realicé la conferencia de prensa en la puerta de la clínica para informar a periodistas de diversos medios nacionales y extranjeros. Al mes renuncié a la Fundación. La carta documento se hizo pública. Han pasado veintitrés años de esa tragedia. Las nuevas generaciones desconocen quién fue éste médico que cambió la cardiología mundial, que luchó denodadamente por un país mejor, que trajinó día y noche para combatir la corrupción, la demagogia o los caballeros con chalecos y miradas arrogantes. Su nombre lo leemos en el panteón de los grandes médicos de la humanidad. Un ser honesto en un medio hostil, adverso. (Recordemos: Premio Gairdner de Canadá Luis Federico Leloir, César Milstein, René Favaloro). Fue un hombre ético que creyó en utopías. No llegó a advertir que la sociedad se trastocaba notablemente. Cuando fue consiente de aquello que lo rodeaba tomó la decisión. Tal vez contradictorio, complejo sin duda. Pero al decir de Camus: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio, y ese es el suicidio”.Desde su muerte Argentina cayó en la oquedad, en rostros insustanciales, en una mediocridad insultante. Crece el analfabetismo, el chantaje moral e ideológico aparece en cada esquina, en cada institución. Todo se ha impregnado de crímenes, delitos, robos, símbolos hueros; la fábrica de pobres no tiene límite. La decadencia forma parte de esta cultura medieval-feudal. La obsesión por los muertos, el cinismo, los rituales plenos de barbarie, el paternalismo, la vocinglería política cubre la vida cotidiana. Y el hambre y la desocupación. El dogma – como todo dogma – parece irrefrenable. O tal vez no, en veinte o treinta años estamos hablando de otro país, de una sociedad renovada. Hoy no, ni mañana tampoco.
Cuando escribí este libro el dolor y la angustia me invadieron. Recordaba su voz, sus gestos, su mirada. Recordaba fotografías de ambos en conferencias suyas, en su escritorio o en presentaciones de mis libros de poemas. Evocaba los tiempos de amistad, de intimidad, de trabajo, de lecturas, de proyectos. Muchos años compartiendo confesiones, elaborando ideas, concretando cosas imposibles en un país que lentamente se desmoronaba. También evocaba risas, comidas, anécdotas de nuestras historias, de nuestras familias. Hablábamos de fútbol, de escritores, de científicos, de nuestras madres, del cine italiano, de mujeres. Preocupado siempre por la indigencia, la educación y la salud. Cuando escribí este libro pensé que era una forma de reseñar ideas, conductas de un hombre que creía en la libertad, que aspiraba a un país sanmartiniano, un país como soñaron Sarmiento o Alberdi. Reitero, un ser noble e intenso.
Esta tercera edición, con algunas páginas inéditas, pienso que es un intento de recuperar esperanza. Esperanza de sus convicciones, de sus certezas. El desenlace del querido amigo tiene varios derroteros. El libro, entre otras cosas, emplaza senderos, susurros, indicaciones para el lector atento. Aproximo a la memoria una cita de Unamuno, autor que ambos admirábamos y discutíamos. “Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento”.
Carlos Penelas
Buenos Aires, enero de 2024
jueves, enero 18, 2024
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