Solemos vivir encerrados en nosotros mismos, incomunicados con lo que vive delante de nuestros ojos, y que no sabemos ver, porque las ventanas de nuestro mundo están selladas. Para abrirlas hay que comenzar a entrenar nuestra mirada, a frecuentar lo que tenemos delante, para ser capaces de ver la esencia de las cosas a través de los indicios que nos transportan al misterio, si sabemos seguir las pistas que el mundo coloca en nuestro camino. Y a las grandes cosas no siempre se llega por los caminos más anchos, sino que muchas veces hay que saber ver en los detalles y comenzar a tirar del hilo que sugiere el mundo no visible que yace en el origen.
En nuestra mano está el seguir viviendo una vida mediocre, o abrir de par en par todas las ventanas para incendiar esta mediocridad de sentimiento, razón y fantasía. Así el mundo, mágicamente, se nos multiplica.
Y la poesía nos tiende la mano, una poesía como la de Carlos, que no juega a la distracción de las palabras, que no es evasión, sino evocación, concentración allí donde la realidad se inunda de imaginación y compromiso, movilizando impresiones, nostalgias, desprendimientos y amores inseguros.
Y desde aquí, desde este encuentro con la profundidad de la mirada que se dirige al misterio, es desde donde Carlos habla, y lo hará hoy de la escritura hispanoamericana, no desde una perspectiva analítica alejada de comprensión, sino desde su propia vida, una vida repleta de poemas y de encuentros con los mismos creadores. Nos presentará a estos autores desde la mirada de quien también es autor, de quien está abierto a los detalles de estos escritores que marcaron época. Desde la anécdota externa nos trasladará a la realidad interna.
“Recordar, dice Carlos, que el hacedor, no sabe nunca lo que va a ocurrir”, por ello tenemos que estar preparados en todo momento a lo que se nos puede revelar. Y hoy, nuestra tarea como lectores, y ahora como público, es la de entender, gozar y descubrir el misterio de la palabra que a continuación va a ocurrir.
Fernando Mayordomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario