© Carlos Penelas, 2014. Con la tecnología de Blogger.
  • Inicio
  • Sobre el autor
    • Biografía
    • Bibliografía
    • Opiniones sobre su obra
    • Ilustraron sus trabajos
  • Inéditos
  • Artículos
  • Prensa
  • Taller literario
  • Compra de libros

Carlos Penelas

Le pido, querido lector, un poco de paciencia. En unas líneas intentaré presentar mi duda. En el libro del Génesis, como usted sabe forma parte de la Biblia, se narra la creación del mundo y la aparición de los primeros seres humanos: Adán y Eva. Según este relato, Dios creó a Adán del polvo de la tierra. Luego a Eva a partir de una costilla de Adán.

Adán y Eva, de Gustav Klimt

Pero ocurrió algo tremendo: la tentación llegó en forma de serpiente, persuadió a Eva para que comiera del fruto prohibido. Eva, a su vez, convenció a Adán para que también lo probara. Este acto de desobediencia marcó un punto crucial en la narrativa bíblica, introduciendo el concepto de pecado original. No entraremos en detalles sobre la desnudez, la vergüenza y otras menudencias. La desobediencia de Adán y Eva tuvo como consecuencia su expulsión del Jardín del Edén. Todo está en la Biblia, no invento nada.

Bueno, aquí comienza mi debacle. O la debacle. El Génesis menciona a tres hijos de Adán y Eva: Caín, Abel y Set. Caín es conocido por ser el primogénito de la pareja y por su papel en el primer fratricidio de la historia bíblica. Desde niños nos enseñaron que la historia de Caín y Abel es una de las más conocidas de la Biblia. Simboliza el conflicto entre el bien y el mal, así como las consecuencias del pecado y la violencia. Otra vez el pecado.

Set, el tercer hijo mencionado, nació después de la muerte de Abel. Es considerado – según sagradas versiones - el antepasado de Noé. De acuerdo al Génesis, Set fue concebido para continuar la línea de descendencia de Adán y Eva. Caín fue maldecido y desterrado por Dios. No sabemos dónde pero fue desterrado. Los mal pensantes dicen que a la Casa de Gobierno de un país lejano. No podemos confirmar esto. La figura de Set es importante dentro de la novelística bíblica pues representa la continuidad de la humanidad a través de una línea que se considera justa y piadosa. Set es mencionado como el "sustituto" de Abel. Esto significa que subraya su papel en la preservación de la descendencia de Adán y Eva.

Aquí vemos el primer inconveniente. El Génesis no especifica el número exacto de hijos que Adán y Eva tuvieron. Escritos de siglos posteriores dicen que tuvieron más hijos. Es fácil comprender pues en el relato bíblico se menciona que Adán vivió 930 años y tuvo "hijos e hijas", lo que indica una gran cantidad de descendientes. No sabemos cuándo dejó de tener fertilidad o cuando la calidad de esperma se vio afectada. Quid pro quo.

(Permítame lector una digresión. Por razones de Estado – lo estudié a los veinte años – existió la endogamia en familias reales. Tías y sobrinos, primos, hermanos y amantes, un padre que era también tío abuelo, incestos sobre el tálamo santificado. La religión estuvo siempre estrechamente ligada a los asuntos políticos europeos. Se trataba de territorios, de mantener el poder entre pocas familias. El incesto trajo la hemofilia, pero eso es otro tema. Ni hablar de las bodas reales certificando la virginidad de la novia, consumación del matrimonio y relaciones en acto público. Bendecido, se entiende).

El Libro de los Jubileos, texto no canónico, ofrece una versión más detallada de la descendencia de Adán y Eva; mencionando hasta nueve hijos, entre los cuales se incluyen mujeres. Aquí el quid de mí desesperación. La mención de hijas en estos relatos sugiere relaciones incestuosas. Sin flatulencias, por favor. ¿Entiende o no entiende? Ni Ingmar Bergman lo imaginó.

Esta duda nació en mí a los ocho años. Mi padre, hombre sabio y comprensivo, me dio diversas versiones. Escatológicas todas. Digo: en el ámbito religioso es la doctrina que estudia la muerte, el juicio final, el cielo, el infierno, el fin del mundo, el regreso de Cristo… No lo dije refiriéndome al ámbito fisiológico. Que quede claro. Verum est.

Años después decidí investigar. A lo largo de la historia, la narrativa de la expulsión ha sido objeto de diversas interpretaciones y debates. Algunos estudiosos han analizado el mito desde un punto de vista histórico y cultural, situándola en el contexto del exilio babilónico de los judíos. Otros han abordado el relato desde una perspectiva simbólica, interpretando la expulsión como una metáfora del paso de la inocencia a la madurez y la responsabilidad.

La narrativa de Caín y Abel ha sido interpretada de diversas maneras, desde un relato literal hasta una alegoría sobre la naturaleza humana y la lucha interna entre el bien y el mal. La figura de Set, por otro lado, es vista como un símbolo de esperanza y continuidad, marcando el inicio de una nueva era para la humanidad tras el trágico suceso del fratricidio.

La información adicional proporcionada por el Libro de los Jubileos también ha llevado a reflexiones sobre la naturaleza simbólica y moral de las historias bíblicas. Al ofrecer detalles que no se encuentran en el Génesis, este texto invita a los lectores – a mí - a considerar las múltiples interpretaciones y significados detrás de la narrativa de Adán y Eva. La existencia de estos relatos alternativos destaca la complejidad de la tradición bíblica, así como la diversidad de perspectivas que han surgido a lo largo de los siglos en torno a la figura de la primera pareja humana. Rara, por cierto. No se habla de neurosis, del complejo de Edipo ni de bigamia. Tampoco de la masturbación. Recuerde: pecado venial. Como la embriaguez o la gula. Hay más.

El Génesis fue escrito en el siglo VI a.C., durante el exilio post-babilónico de los judíos. Este contexto histórico sugiere que la crónica podría haber sido utilizado como una parábola para enseñar comportamientos a la población judía de la época.

Las interpretaciones de la novela de Adán y Eva han variado significativamente a lo largo del tiempo, con diferentes enfoques y perspectivas. Algunos estudiosos han optado por una lectura literal de la historia, mientras que otros han preferido una interpretación simbólica y alegórica. Esta diversidad de interpretaciones refleja ¿complejidad, ilusión óptica, timo? de la narrativa bíblica, Bueno, en eso estamos. Si usted, amado lector, me explica esto mejor que mi padre o que los estudios que he analizado a través de mi vida, agradecido. Créame, me quita el sueño. Le recomiendo, caro amigo, que escuche a Riccardo Cocciante. Y relea El derecho a a la pereza de Paul Lafargue. Veritas veritas est.

Carlos Penelas
Buenos Aires, 3 de mayo de 2025

martes, mayo 06, 2025 No comments
«Dios es fuente de toda misericordia,
pero no hay un solo caso en la historia
en que Él haya mostrado tal virtud».

Mark Twain

San Ildefonso por El Greco (h. 1597-1603)

Estimado lector, estoy confundido. No sé a qué atenerme. Tengo miedo por mi alma. En principio debo confesar que mis padres no se casaron por Iglesia. Esto creo que me predispone mal ante la eternidad. Hace cuestión de unos treinta años, un grupo de artistas plásticos, intelectuales y escritores – unos veinticinco en total – escribimos una carta al Santo Padre, Juan Pablo II, preguntando por el destino de las almas que aún estaban en el Limbo. Nos acongojaba saber cuándo los liberarían, hasta dónde ese mundo gris sin esperanza, esa imposibilidad de sufrir o de sentir. Nunca nos contestó. Ni el Príncipe de la Iglesia ni siquiera un Cardenal del África. Muchos de los firmantes han fallecido; que Dios los tenga en la santa gloria. Creo ser uno de los pocos que sobreviven a ese llamado angustioso.

Sabemos que en el Limbo - situado en el Primer Círculo según Dante - esperan los virtuosos no bautizados o nacidos antes de Cristo. Soportan una pena espiritual en la que desean en vano ver a Dios. En los destinos más benignos aparecen con frecuencia autores importantes de la literatura. Desde el razonamiento de Parménides los griegos afirmaban la imposibilidad de que surgiera algo de la nada. La reencarnación es negada y el acontecer universal pasa de ser cíclico a lineal. La resurrección es el acto final. Mediante un Juicio Final se premia o castiga a las almas según la conducta seguida.

Por supuesto ha corrido mucha agua bajo el puente de Aqueronte. Intentaremos sintetizar. En 2015 el Papa Francisco afirma que en la Iglesia de Cristo no existe un castigo para siempre, sin retorno, inapelable. La Iglesia no condena para siempre. Las puertas de la Iglesia de la misericordia y del perdón están siempre abiertas para el pecador. Jesús vino a salvar y no a condenar. Y nos dice que “el cristianismo original no era el de la exclusión sino el de la acogida de todos, incluso de los mayores pecadores”.

Sigamos. La Iglesia defiende desde el siglo XV que el castigo del infierno es eterno. El sucesor del reputado teólogo Ratzinger (Benedicto XVI), Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se licenció en teología pero no llegó a doctorarse. En el siglo V, San Jerónimo estaba convencido de que no era conciliable la doctrina del infierno con la misericordia de Dios. El Concilio de Florencia (siglo XV) rubricó definitivamente la doctrina de San Agustín de un castigo y un infierno eterno. Sacerdotes y obispos eran conminados a que siguiesen defendiendo la doctrina tradicional “para que los fieles, por temor al castigo del infierno eterno, no pecasen”. Y no quiero meterme con el judaísmo, el protestantismo, los evangelistas o Mahoma.

Advierta, querido lector, que en ningún momento hemos mencionado las Bulas de Indulgencias, la “doncella de hierro”, el Concilio de Trento, los Evangelios Apócrifos, el Santo Oficio, Galileo Galilei, el Papa Gregorio IX y la normativa de Excommunicanus, “la pera vaginal o anal”, Cesáreo Fernández Carrasco, la Virgen del Collado, Salvatore Giuliano, San Hipólito de Roma, Juan VIII, los Pactos de Letrán, Albino Luciani, Jean Villot, Mino Picorelli, los negocios inmobiliarios, Banco di Santo Spirito, Credit Suisse, Olivetti, Ferrosmato, el caso Karadima, Roberto Calvi o Paul Marcinkus. Partes de otros evangelios de los cuales no deseo hablar.

Bueno, ahora mi duda. Juan Pablo II, en el Catecismo de la Iglesia Universal nacido de las discusiones del Concilio Vaticano II, abolió el Limbo. Curiosamente el teólogo de la liberación Leonardo Boff mantenía que Dios no condena a nadie para siempre. Boff fue condenado al silencio por Ratzinger cuando ocupaba el cargo de Prefecto.

Dante ilumina y confunde. Al menos a mí. En el Noveno Círculo algunos de los actos cometidos que merecen terribles penas por asuntos religiosos son la simonía, la blasfemia, la herejía, la magia y la adivinación. Actos impuros con algún aspecto religioso: la lujuria, la sodomía, la seducción, el suicidio. Procurar el mal a la convivencia: la traición, la tiranía, la siembra de discordia. Procurar el mal material al prójimo: la estafa, la usura, la falsificación. Algunos actos de lujuriosos, golosos, iracundos y perezosos son también castigados, de una forma más benigna, en el Purgatorio. Y no estamos mencionando a nuestros demagogos, populistas, dictadores, sindicalistas, empresarios, políticos y demás caballeros. Disculpas, la literatura es otro de mis pecados. William Blake escribió: "De la misma forma que la oruga pone sus huevos en las hojas más bonitas, el cura coloca sus maldiciones entre los gozos más excelsos". El infierno, entonces, es ficción del género negro. Pero aun así, cuando Dante llega al infierno acompañado de Virgilio, encuentra papas y cardenales. Por último. Voltaire asegura: "Los santos padres no creyeron en la eternidad del infierno; les pareció absurdo que estuviera quemándose durante toda la eternidad un pobre hombre por haber robado una cabra".

Caro lector, reitero, me preocupan aquellos seres nacidos antes de Jesucristo. Incluso los abuelos y bisabuelos del Christus dolens. Si alguien puede aclarar mi angustia, agradecido. Y en todos estos siglos qué acaeció o sucederá con los que sufrieron vejaciones o murieron en hogueras, cárceles, mazmorras, exilios. En fin, ¿usted me entiende, verdad?

Carlos Penelas
Buenos Aires, en el día de San Ildefonso de Toledo de 2022
domingo, enero 23, 2022 No comments
En mi juventud me he formado en el socialismo libertario. Más exactamente en el existencialismo, en el universo camusiano. Eso significa, entre otras cosas, que he condenado siempre la demagogia, la obsecuencia, el totalitarismo. Es decir: el pensamiento único con sectas, soberbia y barbarie. Gracias a esta formación – y a seres nobles que me educaron en la comprensión, la dignidad, lo individual – paralelamente admiré la belleza, lo estético, el pensamiento humanista. Para sintetizar: autores con los cuales no comparto su ideología son admirados en mi fuero íntimo por sus creaciones, por ese cosmos que nos trasmiten en el cual hallamos el sentido del infinito, del amor, de la muerte, de lo sublime.


Hace años que debí haber escrito sobre la obra de Leopoldo Marechal. Estas breves líneas compensarán, espero, esa tardanza. Comencé a leer su poética a los diecisiete o dieciocho años. Luego vinieron con el tiempo El banquete de Severo Arcángelo, Cuaderno de navegación, Megafón o la guerra, Antígona Vélez. Gracias a la amistad que felizmente conservo con su hija, María de los Ángeles – difusora incansable como presidente de la Fundación Leopoldo Marechal - fui ampliando el conocimiento de sus libros. Llegaron la Obra Poética, El Hipogrifo, Historia de la calle Corrientes, Descenso y ascenso del alma por la Belleza. Y diversas críticas literarias en torno a su producción.

Despreciado por una intelectualidad que no le perdonó su adhesión al peronismo, Marechal también fue marginado por la burocracia de su partido. La intolerancia del movimiento no soportó que un hombre de la cultura escribiera páginas metafísicas. En verdad - lo sostuve desde siempre - resulta arduo comprender que un intelectual sea peronista. Es un contrasentido, un despropósito. Pero lamentablemente lo hemos visto en diversas corrientes de pensamiento – con sus matices, sus tiempos, sus historias – como en el caso de Neruda, Riefenstahl, Céline, D´Anunnzio, Pound, Maeztu, Ridruejo, Aragón, Asturias, Ungaretti, Pirandello, Olhendorf, Guillén, Gentile, Pfitzner, Marinetti…

"Se produjo un hecho muy curioso: la intelectualidad argentina, antiperonista en su mayoría, y que me conocía bien, personalmente, me excluyó de su seno. Por el otro lado, los peronistas prácticamente ignoraron mi existencia: ponían el acento sobre aspectos populistas de la cultura", le manifestó Marechal, en una ocasión, a Juan Gelman.

Abelardo Castillo en una entrevista comenta que “desconfío de los escritores que no empezaron haciendo versos. Leopoldo Marechal solía recordar que, para Aristóteles, todos los géneros de la literatura son géneros de la poesía, y Ray Bradbury aconseja leer todos los días un poema antes de ponerse a escribir un cuento o una novela. Todo escritor verdadero es esencialmente un poeta. Ser poeta no significa escribir en verso, ni el puro acto mecánico de versificar garantiza la poesía”.

Sostengo que la obra de Marechal parte de su mirada sobre lo religioso y el espíritu de lo bello. Su universo está predestinado en Descenso y ascenso del alma por la Belleza. Su poética o su novelística configuran esa línea. En sus páginas observamos aquello que se manifiesta en su poesía o en Adán Buenosayres: la intertextualidad, cierta temática, imágenes, mitos, símbolos. Aparece el sentir filosófico, teológico, místico. Y la relación del creador con el poema, con su obra; éste con el cosmos, con el infinito, con Dios. Hay una lectura en su poética que se relaciona con lo estético religioso, con lo interior, con el alma. Detrás de su mirada encontramos las lecturas de Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás de Aquino. Pero también las lecturas medievales, la presencia fundamental de San Isidro.


Existe un sujeto y un mundo en su poética por la cual nos lleva hacia un viaje que partiendo del sueño o de la fantasía – mundo ultraísta – nos transporta hacia lo idílico, hacia un universo que modela la materia poética como un demiurgo. Ese lenguaje poético tiene entidad, fija la imagen en lo arquetípico que puede ser la patria, el poema o el Creador. Observamos tiempos enunciados, deslizamientos, lo simbólico del viaje, la identidad, lo real y lo imaginario. Eso, reitero, lo atisbamos en su literatura, sea poética o prosa.

Marechal es un poeta ilustrado, erudito. Un hombre de lecturas clásicas, plenas. En su poética regresa la fuente; lo latino y lo griego. Por eso Virgilio lo acompaña en el relato mítico. Lo bucólico, lo utópico, lo criollo están en sus versos como lo está su catolicismo en ese paisaje ideal, en esa patria ideal de un territorio sin magia, sin romanticismo. Por eso la búsqueda de un cristianismo primitivo y comunitario, búsqueda que es alegoría y símbolo. Ingenuamente cree que “eso” se encuentra en un movimiento social bonapartista. Entonces necesita inventar una patria, generar un mito criollo; lo hace literatura. Necesita que su movimiento espiritual genere un país, una epopeya, un modelo de armonía con lo circundante. “Con qué derecho yo definía la Patria, / bajo un cielo en pañales / y un sol que todavía no ha entrado en la leyenda”.

El destino colectivo es una meta que lo manifiesta en su poética y en la novela. Incluso en el teatro. Esa ética que diseña es literaria, no se corresponde con un territorio que lentamente se resquebraja, se vuelve irracional, inculto, ordinario, sin perspectiva. “Creo que un poeta lo es verdaderamente cuando se hace la 'voz de su pueblo', es decir, cuando lo expresa en su esencialidad, cuando dice por los que no saben decir y canta por los que no saben cantar”. Esta, creemos, es la razón esencial, una catarsis de su “realización espiritual”, de su “experiencia metafísica”. Le es imprescindible, desde la soledad, crear un relato de identidad con un mundo que no es real, que necesita sin más continuar el camino de Eneas.

Debemos señalar aquello que confiere a la Eneida un carácter único: Virgilio relata toda la historia - pasado y futuro de Roma - en el interior de lo que no era más que el primer episodio de la historia legendaria de su pueblo. De mil procedimientos ha echado mano el poeta para integrar en la historia de Eneas la historia de Roma. Creo, para redondear la idea sobre la obra de Marechal, traer las palabras de Adorno: “Para un hombre que ha dejado de tener una patria, el escribir se convierte en un lugar para vivir”.

Virgilio elige la expresión épica, que es filosófica. Marechal sigue esa trayectoria y canta a lo que no es; que eso que no es sea más real de lo que es. Es una aventura espiritual para volver a sí mismo. La imaginación, y también la fantasía, es la que busca en mitos. El poeta profetiza. Desde la imaginación y lo visionario el mundo de la realidad. Su residencia, en verdad, es la patria poética. Construye una materialidad alegórica y mágica. En esa construcción encontramos los movimientos del alma del poeta. Mallarmé expresaba que toda obra humana va a desembocar en un libro. Su forma lírica define planos, espacios, desarrolla asimismo una forma semántica, musical y visual. Todo lo realiza en un lenguaje que se resiste a la sacralización aspirando, simultáneamente, a lo sagrado. Para revelar, al fin, el sentido de su existencia. Aspirar a la verdad, tal como lo enunciara Keats, es aspirar a la belleza.

DEL ÁRBOL


Hay en la casa un Árbol

que no plantó la madre ni riegan los abuelos:

sólo es visible al niño, al poeta y al perro.



Su primavera no es la que fundan las rosas:

no es la vaca encendida ni el huevo de paloma.

Su otoño no es el tiempo que trae desde el mar

caballos irascibles, por tierras de azafrán.

Al Árbol suben otras primaveras e inviernos:

el enigma es del niño, del poeta y del perro.



Cuando la primavera sube al Árbol–sin–nombre,

vestidos de cordura florecen los varones;

y Amor, en pie de guerra, se desliza

de pronto a la sabrosa soledad de las hijas.

Entonces el sabor de algún cielo perdido

desciende con el llanto de los recién nacidos.

Pero cuando el invierno lo desnuda y oprime,

sobre los techos llueven sus hojas invisibles,

y, horizontal, cruza las altas puertas

alguien que por el cielo desaprendió la tierra.



Hay en la casa un Árbol que los grandes no vieron:

el enigma es del niño, del poeta y del perro.

(De Odas para el hombre y la mujer, 1929)



Carlos Penelas
Buenos Aires, 20 de octubre de 2020
miércoles, octubre 21, 2020 No comments
En nuestro país, la mentira se ha convertido no sólo en categoría moral, 
sino en un pilar del Estado.
Alexander Solzhentsyn



Desde antes de nuestro nacimiento estamos rodeados de mitos, leyendas, falsedades, crímenes, guerras y demás yerbas. Al crecer nos inundan con creencias, relatos, instituciones, banderas, líderes, patrias y voces laberínticas. Caro lector: no se entiende la política sin la religión.

Podemos tomar diversos caminos. El más sencillo es el asesinato. Desde un púlpito – laico o religioso – nos suelen hablar de moral, de ética, de humanismo. Y proponen la justicia, la igualdad, el esfuerzo, la solidaridad, el comportamiento cotidiano en base a la paz, la nobleza, la lucha contra el hambre, contra la pobreza. A veces hasta nos hablan de educación, de cultura, de ciencia. Lo cierto es que vivimos rodeados de ignorancia.

Hubo un caballero cuyo nombre cayó en el olvido. El hidalgo se llamó Mastro Titta. Con su mujer pintaba sombrillas que vendía a los turistas que recorrían Roma. Tenía, por supuesto, otro trabajo, era funcionario del Vaticano. Trabajó bajo las órdenes del Papa Pío VI desde los diecisiete años. Pudo jubilarse a los ochenta y cinco bajo el Papado Pío IX. Una pensión considerable de treinta escudos anuales. No era poco en 1865.

Giovanni Battista Bugatti es el verdadero nombre de Mastro Titta. Desde 1796 hasta 1865 fue el verdugo del Vaticano. O si usted quiere, el verdugo del Papa. O el verdugo de los Estados Pontificios. Dejó, para algunos, cerca de ochocientos decapitados; para otros, quinientos dieciséis. Lo hizo de a uno y a la vista de la buena gente. Leamos un fragmento de Javier Sanz.

“Era un hombre corriente, tranquilo. El día que tocaba muerte se levantaba con la fresca, se ponía su capa roja y cruzaba el puente de Sant’Angelo, sobre el Tíber, para ir al trabajo. El cadalso estaba situado habitualmente en la Piazza del Popolo o el Campo dei Fiori. No, nunca hay nombre apropiado para el lugar de una ejecución. Tras finalizar, se volvía a su barrio, del que no salía nunca porque lo tenía prohibido. En parte por su propia seguridad. La frase “Mastro Titta passa ponte”, quedó en Roma para referirse a una ejecución anunciada.

Era un tipo versátil. Durante su carrera profesional utilizó varios métodos: la maza, con la que aplastaba la cabeza del reo, el hacha o la horca. Cuando las tropas napoleónicas entraron en Roma, en 1798, trajeron con ellas la última tecnología en ejecuciones, La Guillotina, a la que Bugatti, como buen profesional, no se pudo resistir. De hecho, fue durante el periodo de dominación francés del Vaticano cuando el trabajo del Mastro Titta se multiplicó. A los delincuentes comunes se añadieron los políticos. Y bien es sabido que cuando empiezan a brotar, los presos políticos se multiplican por algún motivo que no logro entender.

A pesar de todo lo anterior, la mayoría de los testimonios nos dicen que el Mastro Titta no era un psicópata, no disfrutaba matando, sino todo lo contrario. Procuraba ser lo más profesional posible, ejecutar rápido y evitar el sufrimiento del condenado. Les trataba de forma amable (no sé qué da más miedo) y era delicado con ellos en tan difíciles momentos. Varios grabados nos lo muestran ofreciendo tabaco al reo o unas palabras de aliento. De hecho, a él le gustaba usar la palabra pacientes para hablar de los ajusticiados y tratamiento para referirse a las ejecuciones.

La masa aplacaba sus peores instintos a la vez que el príncipe exhibía su poder. En este caso el poder, temporal, del Papa. Había cosas para las que la excomunión y la condena a los infiernos eternos parece que no era suficiente.

Cuatro años después de su jubilación, en noviembre de 1868, se produjo la última ejecución en Roma, a manos de Antonio Balducci, que fue aprendiz del Mastro Titta durante años. Ignoro si don Giovanni acudió y pudo sentirse orgulloso del trabajo de su pupilo”.

Sabemos, estimado amigo, que la pena de muerte fue mantenida por los Estados Pontificios hasta 1969. La última ejecución data de 1870. Ahora, el Santo Padre, la acaba de derogar. Estamos en 2018. Un avance progresista, que tiene su trasfondo. Averígüelo usted, no tengo por qué decir todo.

No recordaremos al Santo Padre que tenía un elefante como mascota ni a Juan VIII ni a Juan XII o la silla gestatoria. Tampoco los Evangelios apócrifos o las indulgencias. No hablaremos de la Inquisición en América, ni de los Antipapas. Otro tema que no trataremos es el de la pedofilia en Irlanda, Estados Unidos, Alemania y Chile, de La legión de Cristo, de la responsabilidad de Juan Pablo II y de Benedicto XVI al haber encubierto el abuso sexual infantil. Hablamos de sexo anal y penetración oral a niños de tres a doce años. Seminarios y orfanatos, caballeros. Entre nosotros el famoso padre Grassi y su Fundación Felices los Niños. No está preso hasta la fecha. Y mucho menos recordaremos lo que ocurre con las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África violadas con total impunidad por sacerdotes y misioneros. Desde los años noventa hasta hoy se viene denunciando ante la Santa Sede. (Se acusaron, en estos días, a trescientos sacerdotes por pedofilia en Estados Unidos). Hay bibliotecas enteras, documentación en todo el universo. Y más allá.

Pero vamos a los asesinatos concretos y acreditados. Con guadaña, hacha y cuchillo. Los prelados se solazaban en el lodo, en lo más abyecto. He aquí una verdad irrefutable. Los primeros aparecieron con Agustín de Tagarte (345-430). Seguimos, respire hondo. Teodosio (382), Cirilo I, verdugo de Hipatia (415), Concilio de Clermont (1095), Papa Urbano II con su frase enigmática: “Dios lo quiere”. En 1184 - lo anterior fue el preámbulo- se crea la Inquisitio Haeretiace Pravitatis Sanctum Officium. Vulgarmente conocida como Inquisición. En 1542 el Papa Paulo III da a conocer el célebre Licet ab initio. Hay más. Llegamos al Banco Ambrosiano, al Banco del Espiritu Santo, a la Banca Cattolica del Veneto, a Michele Sindona o al cardenal Paul Marcinkus. Sin mencionar la muerte de Albino Luciani -Juan Pablo I- el 4 de octubre de 1978. La Santa Sede todavía no ha investigado su defunción.

El estalinismo, el franquismo, el fascismo, el castrismo, el chavismo, el nazismo, dictaduras nacionalistas, populismos, frentes de liberación, tercermundistas y de las otras, nacen de este mundo maravilloso. En cada religión encontrará estas semillas. Inmaculado todo: el fin justifica los medios. Campos de concentración, cámaras de gas, torturas, secuestros, profanaciones, impunidad. Siempre en nombre de la revolución, siempre en nombre de la libertad. Luego se mezclan, se oponen, se olvidan, se elevan, se bendicen, se maldicen, se transmutan, se recrean, se frivoliza. Pero ya no tengo ganas de seguir escribiendo. Usted comprenderá, usted comprenderá. Déjeme paso.

Carlos Penelas
Buenos Aires, agosto de 2018
viernes, agosto 17, 2018 No comments
Cuando hace poco menos de un mes leí en los diarios ciertos títulos me dije: “Es mentira, no puede ser. Están mintiendo”. Luego del escozor que corrió por mi espalda me dije: “Toda ésta infamia es obra de ateos, masones o anarquistas”. Y me eché en el sillón de la sala a descansar.


Uno de los medios, como título, informaba: “Escándalo Vaticano: orgía gay y drogas en el departamento de un sacerdote”. Otro diario, en primera página, con letras de molde: “La policía irrumpió en del departamento del ex secretario del cardenal Francesco Coccopalmerio por las constantes quejas ante la masiva llegada de invitados al lugar”. Imposible, fue lo primero que pensé. Lo segundo: ¿qué pensará el Papa? Hasta donde yo sé es argentino, peronista y de joven amaba a los caballos de carrera. Una infamia tras otra. Leo en un diario extranjero: “4444 casos de pedofilia en Australia cometido por sacerdotes entre 1950 y 2010. La iglesia traslada de zona a los sacerdotes”. “El cardenal George Pell, estrecho colaborador de Francisco, acusado de encubrir los abusos”. Hay pecado de falsedad, me dije. Es obra de la prensa amarilla, de la sinarquía internacional.

Por tal motivo decidí consultar mi biblioteca. Como usted sabe, caro lector, tengo mucha bibliografía en torno a lo literario, textos clásicos, libros de poesía, estudios en torno a la gramática y la estilística, libros de sociología y de historia, antologías diversas, diccionarios. Y más. Pero poseo una biblioteca, aparte, donde abundan historias de las religiones, biblias, los evangelios apócrifos, biografías de los anti Papas, estudios sobre la silla gestatoria, encíclicas, cartas de Mussolini y de Franco al jefe de gobierno del Estado del Vaticano, citas de autores liberales y otros no tanto, publicaciones en torno a los Manuscritos del Mar Muerto y otras delicadezas que nunca quise leer. Por lo tanto comencé a hojear algunos de esos mamotretos, tomar nota y cerrarlos definitivamente. Para que el polvo y el olvido los sepulte. Y Satanás no me complique la vida.

Encontré nombres como los de Ernest Renán, Émile Durkheim, Charles Guignebert, Hans Küng, el abate Alfred Loisy, Claudio Magris, Etienne de La Boétie, Johannes Baptist Metz y tantos otros que sería largo y tedioso enumerar. Usted, lector, puede comenzar por estos nombres.

Luego vi una serie de recortes de periódicos que alguien sin fe me alcanzó alguna vez. Allí está Albino Luciani, Juan Pablo I, el Banco Ambrosiano y su director Roberto Calvi, su vinculación con Licio Gelli y la secta mafiosa Propaganda Due, la condecoración que el General Perón le hizo en Argentina cuando vino con López Rega, la financiación de las obras religiosas dirigidas por el obispo Paul Marcinkus (también de la P2). Los apotegmas del cardenal Villot, crónicas en torno al bello padre Georg Gänswein, don Giorgi, el “George Clooney del Vaticano”. Y mucho más. Rompí los recortes sobre todo cuando empezaron a publicar sobre ciertos escándalos en torno a la pedofilia, el descubrimiento de prostíbulos gay frecuentado por clérigos y el tema del Vatileaks. Pobre mayordomo Paolo Gabriele. Los Borgia no eran nada. Quemé todo. Una infamia tras otra.

Uno de los textos que me llamó la atención es sobre Tertuliano en el siglo II. Parece ser, entre otras cosas, que el misterio de la Santísima Trinidad no figura en la Biblia y que recién fue aprobado por Gregorio de Niza en el Sínodo de Alejandría, en 1362. En fin, de eso se poco y nada. ¿A quién le importa? Además, para algunos teólogos, Jesús no sería hijo de José sino el hijo de Dios. Un problema pues María es “madre de Dios”. De esto no entiendo. No lo tiro, lo guardo y lo dejo como estaba. La Trinidad es un misterio, decía mi tío Pedro.

Luego viene la sabiduría cabalística, los acertijos cada vez más complicados, el pensamiento de Hamann, llamado el “mago del Norte” por sus alucinaciones, acercamiento al pietismo, a los rosacruces y a la mística. Eso es del siglo XVIII, después del tema de Giordano Bruno y otros herejes. El esoterismo cumplió su función junto al magnetismo animal y la magia. Seguí casi de inmediato con el profeta Natán, el reinado davítico, la fe ingenua que movía a las masas incultas, el Concilio de Nicea (325), Teodosio I el Grande (379-385) el cardenal Nicolás de Cusa (1400-1460) y su descubrimiento de documentos falsos, el Egipto faraónico, las observaciones de Arnold Hauser, el asesinato del arzobispo Thomas Becket en la catedral de Canterbury (1170) por Enrique II por sostener que el poder espiritual era superior al terrenal. Y me detuve en Ignacio de Loyola. Y recordé a mi padre cuando de niño me decía que jamás iba a saber “cuántas monjas hay en el mundo, cuántos bolsillos tiene un cura y qué piensa un jesuita”. Mi hermano mayor comentaba que estos cardenales, obispos y santones – en un halo de pudibundez - inventaron el horror de la isla de Tiflos. Bueno, nuestro amado Santo Padre o Padre Santo lo dijo en forma elíptica: vietato lamentarsi.

Algo de todo esto conversé con un amigo, vecino de mi casa – creyente, hombre de comunión diaria – que me alcanzó un libro con imágenes y textos en torno a las torturas más crueles y sanguinarias de la Santa Inquisición. En principio, desde pequeño, siempre me pareció correcto perseguir a los apóstatas, hugonotes, albigenses, brujas, blasfemos y ateos. Es asombroso los métodos de tortura creados por cardenales, obispos y monseñores. Contra mujeres y ateos, principalmente. Así es que descubrí “La pera oral, anal y vaginal, La sierra, La cuna de Judas, El desgarrador de senos, La silla de interrogatorio, El aplasta pulgares, Las uñas de gato, La horquilla, La doncella de hierro…” y tantos instrumentos espirituales para mostrar la benevolencia del Señor. Era en nombre de la salvación, del amor, de la paz universal. Sobre todo que años después en los conventos se abortaba, se asesinaba; también la masturbación tuvo lo suyo. Ya no quise entrar en el mundo de las bulas contra los contumaces ni en el tema de las bendiciones de armas, monarcas o doncellas. Clamo contra el impío en defensa de frailes y frailucos. Debemos apresarlos – a los impíos – en cámaras de plomo. Beata ubera, quae lactaverunt aeterni Patris Filium.

Cansado deje de lado la investigación. Un mes sacando libros, leyendo, estornudando, tomando apuntes. Fue entonces que busqué una historia de santos. Parece ser que “Helena se llevaba muy bien con su hijo Constantino, cuyo padre era Constancio Cloro. Lo ayudó en todo lo que pudo para llegar al poder y se apoyó mucho en los cristianos al igual que él y porque “los caminos del señor que son inescrutables” se juntaron una mala bestia, como el que llegaría a ser san Constantino I el Grande, la puta Helena y los cristianos. Para que luego digan que los curas y las putas se llevan mal, siendo además estos buenos clientes de las hetairas. Repito. Constantino era un buen hijo de su madre. Su mama le enseñó a matar y éste aprendió estupendamente. San Constantino. Los curas ortodoxos y los católicos orientales le otorgaron este título que corresponde a algo así como a ser un modelo de cristiano, además de ser un pase para el cielo allí con el Dios de los cristianos ortodoxos, como también con el Dios de los católicos orientales. Y ahora qué, con qué Dios está, si lo seguidores de ambos afirman que su Dios es el verdadero, que es el que existe y que los de la competencia no existen. Bueno no va ser un ateo el que revele la santa verdad”.

Cerré el libro y me quedé mudo. Busqué la voz del poeta. Percy B. Shelley escribió: “Ese monstruo Constantino [...] Ese verdugo hipócrita y frío, que degolló a su hijo, estranguló a su mujer, asesinó a su padre y a su hermano políticos, y mantuvo en su corte una caterva de sacerdotes sanguinarios y cerriles, de los que uno solo se habría bastado para poner a media humanidad en contra de la otra media y obligarlas a matarse mutuamente.”

Quedé desconcertado. A punto de ir a caminar y fumar una pipa encuentro un libro pequeño donde se narra la historia de Emanuela Orlandi, esa adolescente que desapareció en Roma el 22 de junio de 1983. Su padre trabajaba en la Ciudad del Vaticano y vivían en la misma. Sabrina Minardi, ex amante del capo mafia Enrico De Pedis, Renatino, quien fue enterrado en la iglesia San Apollinare, en Roma denuncia la prostitución del clero, entre otras cosas. Cabe recordar que el capo mafia murió acribillado a balazos por la banda de Magliana en 1990 y que la iglesia San Apollinare es tutelada por el Opus Dei. Y que la familia de De Pedis, Renatino, pagó en ese momento más de 20.000 euros (unos 300.000 de la actualidad) para que sea enterrado como santo. Detrás, una vez más, la mano del cardenal Paul Marcinkus. Cuarenta días antes de secuestrar a Emanuela Orlandi desaparece en condiciones similares otra muchacha: Mirella Gregori.

El secreto se lo llevó a su tumba el padre Gabriele Armoth, exorcista de la Santa Sede, quien había adelantado “que fueron esclavas sexuales en el Vaticano”. Nunca se supo nada. Nunca se sabe nada. Leonardo Sandri, Norberto Rivera, George Pell, Marc Ouellet, Seán O´Malley, Peter Turkson, Luis Barrios, Reinaldo Narvais, Atilio Jesús Garay, Edgardo Gabriel Storni, Oscar Rodríguez Madariaga, Instituto Antonio Provolo, George Ratzinger (hermano de Benedicto XVI), Gerhard Ludwig Müller…

Alabado sea el Santísimo / Sacramento del altar / y la Virgen concebida / sin pecado original. 

Carlos Penelas
Buenos Aires, 2017
martes, agosto 01, 2017 No comments
Pensar contra la corriente del tiempo es heroico; decirlo, una locura.
Eugene Ionesco 
 

Lo disparatado, la trivialidad, las moralejas ingenuas, los genocidios, lo inverosímil de lo bíblico se da en lo político, en la interpretación irracional de la historia, en las falsedades ideológicas, en la vida cotidiana, en el absurdo que nos rodea, en la demencia generalizada. El existencialismo y una mirada libertaria me ayudaron a comprender la teatralidad de las mutaciones.

Esto, y no otra cosa, configuran una sociedad que por lo general no se encamina hacia el intelecto sino hacia lo emocional. De aquí el delirio, el extravío, la imbecilidad, la religiosidad populista, la tradición, la picardía criolla, el mesianismo. Todo junto, entonces. Sectas, esoterismo, el moralismo anacrónico, Pachamama y el Gauchito Gil, el mito de la Nación Católica, los evangelios apócrifos, el Arca de Noé, el cinturón de castidad, los movimientos masivos de rock, las multitudes en los estadios, las cámaras de torturas, lo inquisitorial, las revoluciones cesáreas, la santidad, lo plebeyo y lo sagrado. Desde lo religioso y desde lo militar se fue formando nuestro pasado populista. Entonces la ilusión, la sordera, lo cotidiano, la iniquidad.

No hace mucho, el teólogo alemán, Johannes Baptist Metz, parafraseando a Marx señaló: “El opio de los pobres hace rato que ya no es la religión. Lo es la cultura de los medios de comunicación”. El caballero, no nos olvidemos, fue fundador de la Nueva Teología Política. Vivimos una Argentina concreta, humillada y en decadencia desde hace décadas. ¿Siete, diez? ¿Un poco más? ¿Granero del mundo o culo del mundo? Sin trompetas ni víctimas, por favor.

El Papa Peronista, Francisco, -que seguramente no leyó a Todorov - nos mintió o no leyó bien. Habló, en una reciente entrevista con el diario El País, de “cipayos”. (Cipayo, del persa: soldado indio del siglo XIX que lucha a favor del Reino Unido, Francia o Portugal, secuaz a sueldo). Cuando yo era adolescente recuerdo ese eslogan populista, tercermundista de: “Patria sí, colonia no.” Y también: “Pueblo sí, cipayos no”. Nuestro representante de Dios en la Tierra, del Universo y más allá, fue parte de la agrupación Guardia de Hierro, no nos olvidemos. Bueno, en esa entrevista dice que la palabra “cipayo” figura en el “poema nacional argentino”. O yo leí mal o el Santo Padre o Padre Santo, leyó una versión en arameo. En ningún lugar José Hernández, autor del Martín Fierro, escribe ese vocablo. Pero así son las cosas. Un extravío se monta sobre otro y aquí estamos. Entre arcones, santuarios, fachadas, bombos y conversos.

La decadencia de nuestro país, para redondear, comienza en 1930 con un golpe militar. Luego todo se fue perfeccionando. El populismo, el militarismo, las corporaciones sindicales, el empresariado, los intelectuales del popolo, obispos y arzobispos y patriarcas, monaguillos y patanes, políticos reaccionarios, nos llevarían de a poco a la violencia, al autoritarismo verticalista, a la lucha guerrillera, al nacionalismo patriotero, al saqueo sistemático de lo que fue una nación, al mesianismo. La corrupción no nació con el Banco Ambrosiano ni los prostíbulos son creaciones de Satanás. Esta última década, es banal reiterarlo, es la frutilla de la corrupción. Se robaron todo. Sin profanar a los dioses terrenales o a los episcopus, compañero. Francamente deleznable. Recomendamos leer a Loris Zanatta y a Hans Magnus Enzensberger.

Aquí, señores, nadie pide disculpas de nada. La brutalidad, el cambio de signo, las monstruosas interpretaciones, la borrachera ideológica, la demagogia, la hipocresía, el llamado a los líderes y a los hombres fundamentales, se da con la facilidad de un partido de truco. Y las masas aplauden a Falaris, a Nerón, a Hitler, a Idi Amin, a Mussolini, a Stalin, a Mao o a Castro. De allí a la Guerra Santa, los horrores de Auschwitz, los campos de exterminio en Gulag, el pensamiento único, la religión secular, el maniqueo. Repasemos delicadezas de otro tipo: “Libros sí, zapatillas no”, “Patria o muerte”, “Religión o muerte”, “Socialismo Nacional como manda el General”. Nuestro supremo general -del camarada Perón habló- apoyó a Montoneros sin rubor para luego manifestar que había que “exterminar uno a uno a esos psicópatas”. Y crea la Triple A y decretos para aniquilar la subversión. La sordidez oficial y las burocracias inmovilistas y beatas cumplieron. Los prohombres de una u otra facción estaban limpiando las pelusas de sus uniformes.

La mentira, la impertinencia, la glorificación se da y se ha dado siempre desde el Estado. Y todos los Estados -no olvidemos que el Vaticano es un Estado- actúan con prebendas, con glorificaciones, con mausoleos, himnos, mártires, doctrinas, apotegmas y escándalos. A veces con impericia, otras con imprudencia, siempre con engaños escandalosos. Y la guerra, siempre la guerra como solución. A veces revolucionaria, otras contrarrevolucionarias. Poco importa, resurrección y ascenso, olvido y represión, dogma. Y a cambiar de rumbo según el gobernante de turno, a cambiar de ideología, de pasado, de simbología, de blasfemias. Todo sea por el poder, por el mito, por la destreza política, por la verdad revelada. Y cambiamos retratos, estampillas, fotografías, plazas. “Yo señor, no señor, ¿pues entonces quién lo tiene?” Zurcen un coro nostálgico y jadeante pero Alberto Nisman fue asesinado. Todo viene de aquello: chovinismos, virilidades, monopolios del azul y blanco. Esfumaturas mitológicas, querido amigo, esfumaturas.

Sin pretender hacer en este breve artículo una sociología filosófica podemos observar la falsa retórica, el discurso celebratorio, el carácter moral y dual de una suerte de pensamiento fundamentalista. En nuestro territorio un poco más que en otros. Y al levantar la cabeza descubrimos el mundo, la pobreza inasible, los refugiados, la construcción de muros, barreras de misiles, pantallas mediáticas, campos minados, seres humanos ahogados en el mar, barcazas, seguridades artificiales. Nos distraemos con frecuencia, nos preguntamos por los logotipos de las mercancías, consumos baratos de los despojados. De allí la adicción de los eventos colectivos, los goles de Messi, Federer o Murray, los negociados de la FIFA, la homosexualidad de Julio III, los multitudinarios cortejos fúnebres, el formalismo, lúmpenes con pancartas, el nefasto papel de juventudes adormecidas, cálculos estratégicos, la anomia, los neonazis, la mística de Laclau, la superficialidad, el vacío, el wasap, la falacia institucionalizada, el lagrimón enternecido, maquillaje y heroísmo. Hay tiempo, hay tiempo de sobra. El Vaticano es un claro ejemplo: absolvió a los judíos del crimen de deicidio en 1965. Casi nada lo del ojo… Plaga obscena. Amén.

Algo que nos es fácil olvidar: el pensamiento libertario nunca habló de los pobres, siempre revindicó al proletariado. Parece lo mismo, no lo es. La desesperación, el desarraigo, el drama de los niños en campamentos terribles, la traición, el terrorismo, la crueldad encubierta, el petróleo y un beduino montado en una mula, los rostros borrosos o gastados, terminan por confundirlo todo. “¿Por qué nacimos a esta vida?” se preguntaba Berger. El deseo no conduce a la libertad, la libertad del deseo entonces…

Caro lector: sigo defendiendo la libertad de conciencia y la laicidad. Mi padre solía subrayar: soy librepensador. Y a usted le recomiendo, como aconsejaba mi tío Pedro: “Ajo crudo y vino puro pasan el puerto seguro”.

Carlos Penelas
Buenos Aires, febrero de 2017
jueves, febrero 16, 2017 No comments
Llegando a ser anarquistas, le declaramos la guerra al amontonamiento de mentiras, astucia, explotación, depravación, vicio.
Piotr Kropotkin


En verdad, querido lector, la historia demencial generó el título de este artículo. Tratados en latín, libracos de más de quinientas páginas, reuniones y concilios, discusiones y gestos adustos, discutiendo en qué idioma hablaba el Creador con el casto Adán. O Adán con Eva. Y así con todo. No deja de tener gracia, una gracia trágica, pero gracia al fin. Como aquellos grandes intelectuales o poetas laureados cuando afirmaron que "el universo de Stalin no deja de renacer..." El libro sobre el elogio a la estupidez aun debe escribirse. Me he preguntado estos últimos años si un niño que no cree más en los Reyes Magos es un escéptico. También pongo en el tapete si un científico que analiza ciertos elementos del espacio o de la botánica ha dejado el mundo de la magia. Vivimos una sociedad en la cual la ilusión de la mentira es convertida en verdad. En todos sus aspectos. ¿Cuál era el representante de Dios en la Tierra cuando convivieron tres Papas al mismo tiempo? Y cada uno de ellos afirmaba ser el Pedro terrenal. Estamos hablando de 1378-1429. Hablamos de Alejandro V, Clemente VII y Urbano VI. Recordemos, de paso, que el sucesor de Alejandro V fue Juan XXIII.

Así son las cosas. Lo mismo ocurrió con la Revolución Rusa. Un hecho fenomenal en la historia de la humanidad en la que una régimen zarista fue depuesto por una causa noble la que en muy pocos años se convirtió en un dictadura sangrienta, sin escrúpulos. En nombre, naturalmente, del proletariado, de la libertad, de la esperanza.

Debemos hablar, entonces, de frivolidad, banalización, impostura. Y de complacencia y autojustificación. Todo junto y todo mezclado entre la culpabilidad y la fe, entre el pasado explotador y sin luces en nombre de un futuro pleno. Podemos seguir con las nuevas revoluciones en las cuales intelectuales, artistas, filósofos y pensadores hicieron los suyo. Vivimos un período histórico en nuestro territorio de teorías delirantes, de enajenación social, de fetichismo sin límites. Rodeados de brutos, de incultura, de barbarie. La "futilización" en estos suburbios hace de las suyas. Se mezcla todo y se mezcla mal. El esnobismo, el facilismo, la superficialidad, la sinrazón, la masificación de lo más burdo, la torpeza mental, el engaño sistemático, el relato desenfrenado en forma de catarsis. Y más, y más.

Una gran parte de nuestros intelectuales forman parte de esos sujetos a los cuales Luis Franco denominaba "los gendarmes de la pluma". En su libro Biografía patria (1958) hace referencia a la carencia de columna vertebral en la gran mayoría de ellos durante todas las épocas, y en particular durante el peronismo. Lo que vivimos en estos días no es muy diferente. El sainete criollo tiene picardía, descaro, infamia. El amor en estas circunstancias no dura mucho pero deja dinamitado un territorio, deja escombros, residuos, fracciones. ¿Qué pasó con los comunistas? nos preguntamos. Recordemos: manifestaciones de trabajadores alemanes en Postdam en 1953, la revuelta húngara en 1956, la invasión rusa en 1968 contra los checos. Los intelectuales que quedaron presos de ese proceso infame justificaron todo. Negaron cárceles, campos de concentración, purgas, asesinatos en masa, tortura, enriquecimiento, corrupción, delación. No saben el significado de la dignidad ni del recato. Nos preguntamos otra vez qué dirán estos caballeros - los actuales, digo - en unos meses o en unos años. La experiencia nos confirma que mentirán. Ya lo hicieron. Una y mil veces. Máscaras, bombos, himnos, líderes, secuaces, discursos, barras bravas. Y otra vez la ronda, otra vez el calor oficial, otra vez el populismo, la demagogia, la lucha por el poder, el engaño, las falsificaciones. Los argumentos sobran. Se cae, señores, el sistema hace agua.

Michel Onfray escribió: "Al tomarse por lo que no son, al imaginarse en una configuración diferente de la real, los hombres evitan lo trágico, es cierto, pero pasan inadvertidos ante sí mismos. No desprecio a los creyentes, no me parecen ni ridículos ni dignos de lástima, pero me parece desolador que prefieran las ficciones tranquilizadoras de los niños a las crueles certidumbres de los adultos. Prefieren la fe que calma a la razón que intranquiliza, aún al precio de un perpetuo infantilismo mental. Son malabares metafísicos a un costo monstruoso" Y también: "El poder produce la división salomónica de la sociedad y del género humano entre aquellos que lo detentan y aquellos que lo sufren".

Debemos sumarle a lo sugerido los gobiernos populistas, nacionalistas, demagógicos y una cultura de ceremonias colectivas proclives a la imbecilidad y lo irracional. Ya estamos próximos a descubrir lo superlativo del ser humano. Sin olvidarnos, desde luego, de los procesos del franquismo, del nazismo o del fascismo. Y los subordinados a ellos que reemplazaron gestos, formas y culturas. La masificación parece definitivamente instalada en una sociedad plena de alienación.

Sobre esta maravilla debemos evocar a nuestros patronos: el Santo FMI, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro. La sociedad queda armada, el Estado responde, los gobiernos pueden robar sin pudor, las guerras continuar, la pobreza y el hambre serán motivos de discursos emocionantes. Las banderas se agitaran en contra de los demonios y en defensa de los lemmings. Y todo se vuelve absurdamente irrisorio. Insisto, desanimado lector, la demolición de una cultura es palpable: se consolida la ignorancia con encarnizamiento en cada objeto, en cada gesto, en cada palabra. Hecha raíces. Recuerdo a Baudrillard cuando afirmó: "El escándalo, en nuestros días, no consiste en atentar contra los valores morales, sino contra el principio de realidad".

Eligio in summum ponteficen. Habrá dos Papas, uno emérito y otro en ejercicio del cargo. Ha renunciado el Papa Benedicto XVI. Mater Ecclesiac. "La renuncia del Papa pone de relieve la profunda espiritualidad del Santo Padre y su gran lucidez", ha dicho el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha asegurado "que ha recibido con "plena comprensión" pero con "dolor en el corazón" la noticia de la dimisión". Hay cientos de citas y de artículos. Gregorio XII, papa legítimo, en la línea sucesoria de la obediencia romana, había renunciado el 4 de julio de 1415. La cristiandad contaba con tres papas. Evoco, entre otros, a San Hipólito de Roma y a Félix V. También, naturalmente, a Novaciano.

Poco más es lo que puedo ofrecerle, amable y desdichado lector. Tal vez debamos releer Aventuras del Barón de Münchausen de Gottfried August Bürger (1786). Este bellísimo libro - que leí por primera vez a los diez u once años - es de una admirable imaginación al mismo tiempo que satiriza un mundo. Más sano, mucho más sano, que nuestra realidad. O lo que se supone que es la realidad en la República de Trapalanda. Y recuerde, lúcido leedor: Peor que robar un banco es fundarlo. Y ahora a caminar y admirar las muchachas soñadas de la ciudad.

Carlos Penelas
Buenos Aires, febrero de 2013
martes, febrero 19, 2013 1 comments

Gracias a Dios, querido lector, hay temas que nos unen. No dudamos, por ejemplo, de la seriedad y el sacrificio que realizan nuestros legisladores. No dudamos, gracias a Dios, de sus gestos patrióticos, sus esfuerzos, sus gustos por determinadas cenas y banquetes. A veces, es verdad, parecen pagados de sí mismos. Al votar nos da una cosa que parecería que no tuvieran escrúpulos ni vergüenza. Al verlos escurridizos en ciertos restaurantes reservados, encorbatados, con zapatos finos y miradas lúcidas llegamos a desconfiar. Pero son instantes, sólo instantes. Gracias a Dios están ellos y no los militares, los curas, los empresarios, los grandes trust internacionales, el lavado de dinero, el Pentágono o los sucesores del estalinismo. Ellos pueden controlar a la policía, el comercio en negro, el lavado de la droga y los negociados de los otros empresarios; los sindicalistas, digo. Gracias a Dios todo está en orden. Los populistas siguen siendo populistas, los profesores de historia desconocen Historia, nombramos la Carta del Lavoro y nadie sabe de qué estamos hablando. El salario de los jueces, el de los fiscales y el de los gobernadores. Las escuelas, las huelgas, los hospitales, el hambre, la desocupación, las mafias, los cuarteles, la publicidad, el paco, los ministerios, las señoras legisladoras peripuestas y pavoneándose como quinceañeras, los intelectuales de televisión, los periodistas de política internacional, los jugadores de fútbol y las botineras… en fin todo marcha como Dios manda.

Y hablando de Dios debo confesar una gran alegría. Deseo compartirla con usted, querido lector. (Permítame llamarlo, al menos una vez, amigo). Días pasados entré a una iglesia y luego de ver sus íconos, la simbología en retablos y paredes, advierto al retirame una columna de mármol, de un metro cincuenta aproximadamente. Y una inscripción: “Descansamos hasta el día de la Resurrección ”. Un jarrón con flores en su superficie y dos jarrones con otras flores al pie. Intenté buscar algún sacerdote o sacristán pero no los encontré. “Estarán haciendo la siesta o meditante”, pensé. “Tal vez estudiando sánscrito o alguna versión de Horacio en latín”. Al salir me dirijo a la secretaría y pregunto a un joven qué significaba esa columna. Muy amablemente me explica que es un ceniciario , que hace un año que está en algunas iglesias. “No en todas”. Que el sacerdote las tira o las deposita o las guarda -no recuerdo el término que empleó- y le dan un certificado. Es serio, que duda cabe. Un cementerio privado pero al cuidado directo, personalizado, explicaría una joven vendedora. Me comenta con suma cordialidad que rezan una vez al mes por aquellas almas o restos de huesos a la espera del día del Juicio Final. Le pregunto si puedo traer las cenizas de mi familia. (Pienso en mis padres y en mis abuelos, tal vez me hagan precio. También me pregunto dónde diablos estarán.) El joven me responde que sí, que puedo llevar a mis seres queridos. Respiro profundamente y estoy en paz. Me siento mejor, mas tranquilo. No se explicarlo pero usted casi seguro siente lo mismo. ¿O no?

Gracias a Dios la servidumbre involuntaria tiene sus consignas y sus estrategias. El pueblo no es idiota, los hombres no son idiotas, las mujeres tampoco. Quieren que se les engañen, necesitan que se les engañen. Vivir de otra manera sería espantoso. Pero ese líder o militar o profeta debe ser más inteligente que ellos, más malvado, más ruin. Así, groseramente. De lo contrario se descubre la mentira. Todo esta deformado: el saqueo, el paisaje urbano, el temor estigmatizado de ser tildado de reaccionario. El pueblo es incrédulo, es astuto, es indiferente. Y no lo digo por demagogia, que quede claro. Pregunténle a Ionesco o a Pirandello si lo que señalo le parece torpe.

El problema del burgués y el lumpen es que se conozca, que sepa de su estupidez, de su falta de valor, de su vitalidad corrupta y egoísta. Eso no lo debe saber nunca. El otro es el corrupto, el subversivo, el avaro o el cornudo. El otro, yo no. El individuo aspira a la moral y es básicamente inmoral. Por eso los políticos tienen aire de cinismo y de arbitrariedad. Como los profesionales, los comerciantes o los ladrones. O los directores de cementerios o de las academias de peluqueros. Se sienten felices cuando cocinan a fuego lento su felicidad, cuando le planifican vacaciones, jubilación, enfermedades, hoteles, cementerios: las normas a seguir en una sociedad pornográfica. (Todo no es así, Penelas, todo no es así. Parece que usted no quiere ver otras cosas.) Sí que veo seres que se sacrifican, que luchan por un mundo mejor, que dan todo para la humanidad y para el otro. No son tantos, no son tantos. Bueno, déjeme hablar desde lo emocional, como Danton. En el fondo creo que nadie en el mundo se hace muchas ilusiones respecto a la sustancia política de las elecciones ni a los Premios Nóbel de la Paz o de Literatura. La humillación simbólica tiene lo suyo. Las conquistas sociales parecen ser fases de una neutralización que no cesa. De ahí el delirio de muchas respuestas de izquierda y el acartonamiento de la socialdemocracia. El resto ya sabemos de qué se trata. ¿Vale la pena discutirlo?

Gracias a Dios he releído La presa de Kenzaburo Oé. A propósito ¿conoce el mundo deshumanizado y desprovisto de verdadero afecto que propuso el dramaturgo Joe Orton? Ávido lector, recuerdo siempre la cita de Dante: “todos los hombres por naturaleza, desean saber”.

Carlos Penelas
Buenos Aires, diciembre de 2009

lunes, diciembre 21, 2009 No comments
Older Posts

Carlos Penelas

About Me

www.carlospenelas.com
Página en construcción

Soliloquio del desvelo

Soliloquio del desvelo
Ed.Dunken, Bs.As., 2025

Diario interior de René Favaloro

Diario interior de René Favaloro
Tercera edición ampliada, 2024

Poesía esencial

Poesía esencial
Ed.Dunken, Bs.As., 2022

Taller Literario

About Me


Clases individuales
Informes 5357-8005
penelascarlos@yahoo.com.ar

Clases grupales
Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte
Austria 2154

carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar

Más información en este enlace

Archivo del blog

  • ▼  2025 (42)
    • ▼  agosto (5)
      • Mis estudios
      • Conferencia sobre Favaloro
      • Ceremonia de la noche
      • Carlos Penelas en Hablando de arte, con Nolo Correa
      • En el regazo del otoño
    • ►  julio (8)
    • ►  junio (2)
    • ►  mayo (10)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (6)
    • ►  febrero (6)
    • ►  enero (1)
  • ►  2024 (33)
    • ►  diciembre (3)
    • ►  noviembre (3)
    • ►  octubre (1)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (2)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (3)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (2)
    • ►  febrero (2)
    • ►  enero (1)
  • ►  2023 (55)
    • ►  diciembre (4)
    • ►  noviembre (4)
    • ►  octubre (4)
    • ►  septiembre (5)
    • ►  agosto (4)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (8)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (3)
    • ►  febrero (2)
    • ►  enero (6)
  • ►  2022 (54)
    • ►  diciembre (6)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  octubre (2)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (3)
    • ►  julio (5)
    • ►  junio (6)
    • ►  mayo (5)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (4)
    • ►  enero (6)
  • ►  2021 (62)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (6)
    • ►  octubre (6)
    • ►  septiembre (3)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (9)
    • ►  mayo (9)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (2)
    • ►  enero (1)
  • ►  2020 (58)
    • ►  diciembre (4)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  octubre (7)
    • ►  septiembre (7)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (6)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (3)
    • ►  febrero (1)
    • ►  enero (5)
  • ►  2019 (62)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (4)
    • ►  octubre (12)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (5)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (5)
    • ►  abril (3)
    • ►  marzo (5)
    • ►  febrero (4)
    • ►  enero (5)
  • ►  2018 (60)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (6)
    • ►  octubre (3)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (4)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (8)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (7)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (7)
  • ►  2017 (73)
    • ►  diciembre (4)
    • ►  noviembre (8)
    • ►  octubre (10)
    • ►  septiembre (5)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (10)
    • ►  junio (5)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (6)
    • ►  marzo (7)
    • ►  febrero (4)
    • ►  enero (4)
  • ►  2016 (102)
    • ►  diciembre (6)
    • ►  noviembre (2)
    • ►  octubre (6)
    • ►  septiembre (6)
    • ►  agosto (5)
    • ►  julio (3)
    • ►  junio (6)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (12)
    • ►  marzo (39)
    • ►  febrero (7)
    • ►  enero (6)
  • ►  2015 (68)
    • ►  diciembre (2)
    • ►  noviembre (3)
    • ►  octubre (13)
    • ►  septiembre (5)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (3)
    • ►  junio (6)
    • ►  mayo (8)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (8)
    • ►  febrero (5)
    • ►  enero (4)
  • ►  2014 (85)
    • ►  diciembre (3)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  octubre (32)
    • ►  septiembre (9)
    • ►  agosto (9)
    • ►  julio (3)
    • ►  junio (3)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (8)
    • ►  marzo (6)
    • ►  febrero (1)
    • ►  enero (2)
  • ►  2013 (52)
    • ►  diciembre (3)
    • ►  noviembre (8)
    • ►  octubre (4)
    • ►  septiembre (7)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (1)
    • ►  mayo (3)
    • ►  abril (7)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (2)
  • ►  2012 (61)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (7)
    • ►  octubre (4)
    • ►  septiembre (6)
    • ►  agosto (9)
    • ►  julio (9)
    • ►  junio (3)
    • ►  mayo (6)
    • ►  abril (2)
    • ►  marzo (2)
    • ►  febrero (5)
    • ►  enero (3)
  • ►  2011 (70)
    • ►  diciembre (7)
    • ►  noviembre (7)
    • ►  octubre (12)
    • ►  septiembre (7)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (8)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (4)
  • ►  2010 (101)
    • ►  diciembre (6)
    • ►  noviembre (7)
    • ►  octubre (21)
    • ►  septiembre (9)
    • ►  agosto (7)
    • ►  julio (15)
    • ►  junio (8)
    • ►  mayo (3)
    • ►  abril (6)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (9)
    • ►  enero (6)
  • ►  2009 (128)
    • ►  diciembre (10)
    • ►  noviembre (6)
    • ►  octubre (10)
    • ►  septiembre (8)
    • ►  agosto (3)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (80)
    • ►  mayo (1)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (1)
Diario Crítico Argentino Diario Nueva Rioja Editorial Dunken Edmundo Moure Erosión - Revista anarquista Fundación Leopoldo Marechal Galicia en el Mundo Juan Manuel Sánchez Librería "Y su doble" Poéticas Proponews Revista Letras (Fuengirola) Revista Sudestada

Enlaces

  • Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte
  • Cedinci
  • Cineclub La Rosa
  • Cineclub YMCA
  • Diario Crítico
  • Diario Nueva Rioja
  • Editorial Dunken
  • Erosión - Revista anarquista
  • Fundación Leopoldo Marechal
  • Kinoclub
  • Moscu Teatro
  • ProProNews
  • Xornal de Betanzos

Redes

Blog Archive

  • ▼  2025 (42)
    • ▼  agosto (5)
      • Mis estudios
      • Conferencia sobre Favaloro
      • Ceremonia de la noche
      • Carlos Penelas en Hablando de arte, con Nolo Correa
      • En el regazo del otoño
    • ►  julio (8)
    • ►  junio (2)
    • ►  mayo (10)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (6)
    • ►  febrero (6)
    • ►  enero (1)
  • ►  2024 (33)
    • ►  diciembre (3)
    • ►  noviembre (3)
    • ►  octubre (1)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (2)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (3)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (2)
    • ►  febrero (2)
    • ►  enero (1)
  • ►  2023 (55)
    • ►  diciembre (4)
    • ►  noviembre (4)
    • ►  octubre (4)
    • ►  septiembre (5)
    • ►  agosto (4)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (8)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (3)
    • ►  febrero (2)
    • ►  enero (6)
  • ►  2022 (54)
    • ►  diciembre (6)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  octubre (2)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (3)
    • ►  julio (5)
    • ►  junio (6)
    • ►  mayo (5)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (4)
    • ►  enero (6)
  • ►  2021 (62)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (6)
    • ►  octubre (6)
    • ►  septiembre (3)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (9)
    • ►  mayo (9)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (2)
    • ►  enero (1)
  • ►  2020 (58)
    • ►  diciembre (4)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  octubre (7)
    • ►  septiembre (7)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (6)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (3)
    • ►  febrero (1)
    • ►  enero (5)
  • ►  2019 (62)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (4)
    • ►  octubre (12)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (5)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (5)
    • ►  abril (3)
    • ►  marzo (5)
    • ►  febrero (4)
    • ►  enero (5)
  • ►  2018 (60)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (6)
    • ►  octubre (3)
    • ►  septiembre (4)
    • ►  agosto (4)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (4)
    • ►  mayo (8)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (7)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (7)
  • ►  2017 (73)
    • ►  diciembre (4)
    • ►  noviembre (8)
    • ►  octubre (10)
    • ►  septiembre (5)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (10)
    • ►  junio (5)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (6)
    • ►  marzo (7)
    • ►  febrero (4)
    • ►  enero (4)
  • ►  2016 (102)
    • ►  diciembre (6)
    • ►  noviembre (2)
    • ►  octubre (6)
    • ►  septiembre (6)
    • ►  agosto (5)
    • ►  julio (3)
    • ►  junio (6)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (12)
    • ►  marzo (39)
    • ►  febrero (7)
    • ►  enero (6)
  • ►  2015 (68)
    • ►  diciembre (2)
    • ►  noviembre (3)
    • ►  octubre (13)
    • ►  septiembre (5)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (3)
    • ►  junio (6)
    • ►  mayo (8)
    • ►  abril (5)
    • ►  marzo (8)
    • ►  febrero (5)
    • ►  enero (4)
  • ►  2014 (85)
    • ►  diciembre (3)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  octubre (32)
    • ►  septiembre (9)
    • ►  agosto (9)
    • ►  julio (3)
    • ►  junio (3)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (8)
    • ►  marzo (6)
    • ►  febrero (1)
    • ►  enero (2)
  • ►  2013 (52)
    • ►  diciembre (3)
    • ►  noviembre (8)
    • ►  octubre (4)
    • ►  septiembre (7)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (1)
    • ►  mayo (3)
    • ►  abril (7)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (2)
  • ►  2012 (61)
    • ►  diciembre (5)
    • ►  noviembre (7)
    • ►  octubre (4)
    • ►  septiembre (6)
    • ►  agosto (9)
    • ►  julio (9)
    • ►  junio (3)
    • ►  mayo (6)
    • ►  abril (2)
    • ►  marzo (2)
    • ►  febrero (5)
    • ►  enero (3)
  • ►  2011 (70)
    • ►  diciembre (7)
    • ►  noviembre (7)
    • ►  octubre (12)
    • ►  septiembre (7)
    • ►  agosto (6)
    • ►  julio (4)
    • ►  junio (8)
    • ►  mayo (4)
    • ►  abril (4)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (4)
  • ►  2010 (101)
    • ►  diciembre (6)
    • ►  noviembre (7)
    • ►  octubre (21)
    • ►  septiembre (9)
    • ►  agosto (7)
    • ►  julio (15)
    • ►  junio (8)
    • ►  mayo (3)
    • ►  abril (6)
    • ►  marzo (4)
    • ►  febrero (9)
    • ►  enero (6)
  • ►  2009 (128)
    • ►  diciembre (10)
    • ►  noviembre (6)
    • ►  octubre (10)
    • ►  septiembre (8)
    • ►  agosto (3)
    • ►  julio (6)
    • ►  junio (80)
    • ►  mayo (1)
    • ►  febrero (3)
    • ►  enero (1)

Las más leídas del mes

  • Biografía
    Carlos Penelas nació en Buenos Aires el 9 de julio de 1946. Sus padres, de los que obtiene la nacionalidad española, fueron Manuel Penelas ...
  • Mis estudios
    Argentina tuvo una proyección hoy inimaginable. La decadencia en el mundo es notable. Gobernantes impresentables, un declive en las sociedad...
  • Conferencia sobre Favaloro
    El viernes 29 de septiembre de 2023 Carlos Penelas brindó la conferencia "Presencia de René Favaloro" en COPIME (Consejo Profesion...
  • Ceremonia de la noche
    Amada, heme aquí flotando como un fantasma al ver que fue ayer cuando descubrí tus ojos. Te miré y dije: pon en calma los míos con tus manos...
  • En el regazo del otoño
    I A veces, al holgar la plaza, llegan dioses celtas saludando desde un barco. Vienen a protegerme de sombras imponderables. En el maremoto d...
  • Carlos Penelas en Hablando de arte, con Nolo Correa
    Compartimos la emisión del domingo 10 de agosto de 2025.
  • Se presentó Soliloquio del desvelo
    El jueves 22 de mayo de 2025 Carlos Penelas presentó su último libro de poemas, Soliloquio del desvelo , en el Centro Galicia de Buenos Aire...
  • El poeta Carlos Penelas en *Memorias do Café Derby* (1929- 2020)
    Se acaba de publicar el libro del mismo título Memorias do Café Derby (1929-2020) , coeditado por el Consorcio de Santiago y Alvarellos Edit...
  • Recordatorio
    El Dr. René G. Favaloro se suicidó el 29 de julio del año 2000 en su departamento de Barrio Parque, en Buenos Aires. Se disparó en el corazó...
  • Nueva plaquette de Carlos Penelas
    Fundación Industrias Culturales Argentinas tiene en prensa Siete poemas de Carlos Penelas. La plaquette consta de veinte ejemplares firmado...
Canal Oficial en YouTube

Created with by ThemeXpose